Así sobrevivió Daniel a la ‘bala de plata’ de la mujer que raptó a su hija
Javier Negre, en su Informe Negre, lo dedica a un compañero del periódico El Mundo acusado por su mujer de secuestrar y abusar de su hija.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La madre llamada Patricia González tenía a la niña de diez años escondida en una casa apartada a las afueras de La Cabrera, un pequeño pueblo de la sierra norte de Madrid, y donde era imposible acceder sin ser visto. Esta profesora de instituto para no ser localizada pidió una excedencia, cambió de teléfono móvil, usaba tarjetas prepago a nombre de otras personas, desconectaba el móvil cuando se desplazaba y contaba con la ayuda de un compañero sentimental al que pudo localizar la Policía y seguir sus pasos hasta llegar al refugio.
Llevaba en paradero desconocido desde octubre de 2017. Dos años y cuatro meses de vía crucis para Daniel. El matrimonio se separó en 2011 y Patricia decidió emplearse a fondo para amargarle la vida a Daniel. Éste cuando se divorció quería solicitar la custodia compartida, pero ella le amenazó con presentarle una denuncia por violencia de género. Por miedo, el hombre aceptó renunciar a la custodia compartida, le vendió la parte de su piso a su mujer por una cantidad ridícula y ambos acordaron un régimen de visitas de diez pernoctas al mes. Pero la mujer no quedó contenta con este trato favorable y en verano de 2014 empezó a llevar a su hija a un psiquiatra para tratar de acreditar que su padre había abusado de ella. Este psiquiatra incluso le daría psicofármacos a la niña sin el consentimiento paternal.
En diciembre Patricia presentó una denuncia contra su ex por abusar sexualmente de su hija y el hombre fue absuelto. No contenta con ello, volvió a presentar una nueva denuncia en los mismos términos en otro juzgado y Daniel volvió a ser absuelto. La mujer no cejó en su empeño de apartar a su hija de su progenitor y empezó a incumplir completamente el régimen de visitas impuesto por un Juzgado de Familia y en octubre de 2017 dejó de llevar a su hija al colegio y se dio a la fuga. Desde ese momento nadie más supo. Daniel puso una denuncia por sustracción de menores y desacato a la autoridad judicial pues la mujer ni siquiera se presentaba a los juicios por incumplir el régimen de visitas que desde 2015, un hecho que desde 2015 no es considerado delito sino falta y eso ha aumentado que se disparen los casos de incumplimiento. Finalmente el sábado los agentes de Policía llamaron a Daniel para darle una buena noticia.
Este caso guarda tanta similitud que Patricia formaba parte de la asociación Infancia Libre que presidía la asesora de Podemos, María Sevilla, y estuvo muy influenciada por ella y por su abogada. Patricia siguió su mismo modus operandi de denunciar a su ex por abusar del hijo y fue recibida junto a ella por Podemos en la Asamblea de Madrid. De hecho, la detención de Sevilla posibilitó el arresto de Patricia porque resulta que cuando saltó la noticia a los medios Daniel habló con el compañero de El MUNDO que cubrió aquel caso. Le contó su terrible historia, que ya estaba judicializada pero que estaba estancada en los juzgados. El periodista le ofreció ponerle en contacto con la unidad de la Policía Nacional que se puso manos a la obra para averiguar su paradero. El juzgado incluso dictó una orden de detención hace unas semanas por si Patricia, alertada por la detención de su referente, se daba a la fuga fuera de España. Decidió quedarse en su refugio de la sierra de Madrid donde fue arrestada. Se sospecha que puede haber más mujeres que asesoradas por María Sevilla y otras asociaciones del estilo de Infancia Libre hayan hecho lo mismo.
Cabe recordar que de los 320 secuestros parentales documentado en 2018, el 73%, es decir, 233 fueron a manos de mujeres. Desde estas asociaciones se les dice a estas mujeres que denuncien falsamente a sus parejas por abuso de menores para que un juez les impida ver a sus hijos de forma provisional, ganar tiempo y escapar, sobre todo, fuera de España.
Este tipo de asociaciones son conocidas como 'balas de plata' en el círculo de padres afectados por las denuncias falsas en el sistema consistente en interponer una denuncia por abusar de un hijo para tratar de que la Justicia impida verse con su padre. Este mecanismo es aconsejado por algunos abogados, buenos conocedores de la Ley, a a sus clientas cuando quieren quedarse con a custodia total de sus hijos o los maridos de los que se van a separar no aceptan sus peticiones económicas. Es un chantaje en toda regla.
Daniel quiere hacer pruebas de todo tipo a su hija para asegurarse que está bien física y mentalmente, enterarse si ha perdido dos años de curso escolar como todo apunta y recuperar todo el tiempo perdido.