Luis del Val saca punta a la "revolucionaria" teoría de Ortúzar sobre el sentimiento nacionalista

Las dos familias herederas del carlismo rancio, la del norte de España y la del Este, rivalizan en demostrar cuál es la más entretenida. Ayer, Andoni Ortúzar se llevó la palma, explicando dónde pueden encontrarse los vestigios del sentimiento nacionalista, un gran descubrimiento científico que le puede llevar hacia el Premio Nobel de Medicina. Hasta ahora se tenía la falsa creencia de que uno se sentía congoleño, estadounidense o andorrano, según el sitio en el que nacía y vivía y, según su evolución emocional. Pero, según la revolucionaria teoría de Andoni Ortúzar, uno puede sentirse monegasco, belga o ruso, a través de determinadas células alojadas en la zona testicular. Y él ha debido llevar a cabo alguna exploración en sus gónadas y ha descubierto que no hay ningún vestigio de que sea español. Creíamos que esto era una consecuencia de los sentimientos, la geografía y la cultura, y resulta que es asunto del bajo vientre. 

Los carlistas del Este tampoco se quedan atrás y se van especializando en conmemorar derrotas, que es una manera melancólica de vivir. Parece que hoy toca la derrota de hace dos años, pero ya presentan la organización de una nueva, cuando se conozca la sentencia de los golpistas, osea que el mes de octubre va a ser un mes de una conmemoración a otra. Creo que cara a la sentencia están preparando una huelga general, aspecto que para algunos trabajadores puede ser un ensayo  para los ERE que nos aguardan, y de esta manera se entrenan para tener que estar de huelga por obligación, osea, en el paro. Además de las cerca de 6.000 empresas catalanas que han cambiado el domicilio fiscal, durante los primeros seis meses de este año han sido víctimas de los ERES, en toda España, casi cincuenta mil trabajadores, y ya veremos que cifras tenemos tras las navidades.

La ministra de Economía en funciones, en funciones electorales, dice que ella cree que se cumplirán sus optimistas previsiones, es decir, que cree en un milagro en el que no creen ni en Bruselas, ni en el Banco Central Europea, ni en el Banco de España. 

El que cree en las encuestas es Pedro Sánchez, y un garganta profunda me ha susurrado que se está haciendo una encuesta sobre las consecuencias que tendría para el PSOE la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional en Cataluña. Y, si eso significara un aumento del voto socialista, los herederos del carlismo del Este tendrían lo que parecen perseguir, con la inhabilitación de Torra y el paso del mando de los mozos de escuadra al Ministerio de Interior. Vamos, que con un poco de suerte —-buena o mala, según el bando- los secesionistas catalanes podrían tener un mes de octubre con más puentes que Venecia, a base de celebrar derrotas. El único que está preocupado es Iceta, porque el socialista catalán es algo así como la rana, y no sabe si es carne o pescado. Hay días en que se siente socialdemócrata y, otros, en que mira con envidia a sus colegas de Ezquerra Republicana. Es lo que tiene la vida: que es una elección constante. Por eso, el jefe de los mozos eligió marcharse para vivir un mes de octubre en paz.