El alegato de Luis del Val a la figura de Ramón Tamames
Habla el profesor del desprecio hacia Ramón Tamames en el debate de la moción de censura en el Congreso de los Diputados
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El único que ha tenido esperanzas en las fuerzas físicas de Tamames fue el grosero Baldoví, que le recordó que no era vedette, sino chica de conjunto. Baldoví, si alcanza la edad de Tamames -cosa que le deseo- no tendrá fuerzas neuronales ni para ejercer de acomodador. No estoy en contra del culto a la Juventud, y de los esfuerzos -algunos bastante estúpidos- por no dejar que se vaya, pero -a lo mejor por egoísta solidaridad- me molesta la displicencia hacia las personas, no en razón de su inteligencia, sino de su edad. Comprendo que, dado el churretoso plan de pensiones pactado entre el Gobierno y los sindicatos, conviene que los viejos se mueran en tropel, para que no quiebre el sistema, pero podrían tener algo de disimulo, y no mostrarse con ese paternalismo de guardería, como si la edad provecta te convirtiera en un niño que no entiende las cosas a la primera.