Del Val: "Don Fernando Simón, usted sí es sensible a las presiones que recibe del Gobierno"

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Luis del Val

Publicado el - Actualizado

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"Ayer, cuando escuché a don Fernando Simón que no podía proporcionar los nombres de los miembros del comité de expertos, me quedé, como decía Alfonso Guerra, “pasmao”, “pasmao”.

Primero, la responsabilidad, nunca será de los expertos, porque la responsabilidad, oídos los expertos, es siempre del político, que es quien decide seguir o no los informes que le presentan. El general escucha a sus oficiales, pero quién decide la estrategia a seguir y las tácticas de cada batalla es responsabilidad del general. Y comienza a cansarme escuchar a Sánchez descargar la responsabilidad en lo que dicen los expertos, porque la responsabilidad, los aciertos y los errores, están en su haber, no en el de los expertos.

Y, segundo, esa concepción de que sus nombres tienen que estar en el anonimato es digno de una tiranía o de una dictadura, pero no de una Democracia. O sea, que la soberanía reside en el pueblo, el pueblo con su voto decide quién nos gobierna, pero los nombres de los expertos son tan secretos como si se tratara de la lista de espías de La CIA o de la lista de confidentes de la Guardia Civil, y no los puede conocer el pueblo soberano. Manda huevos, que dijo en cierta ocasión un presidente del Congreso de los Diputados.

Pero ya, en el colmo del disparate, el argumento de guardar el secreto de esta especie de agentes secretos en coronavirus, porque si se conocieran sus nombres serían susceptibles de recibir presiones, me llevó del pasmo a la decepción, porque según Fernando Simón, estos expertos son unos ciudadanos dubitativos, que llegan a su casa, y les dice el conserje, “Don Enrique, venga, a ver cuando decide que podamos salir de casa”. Y el experto, acongojado por las críticas del conserje, y posiblemente de los vecinos, cambia de criterio, reniega de sus conocimientos, y se pliega a la presión. ¿Esa es la razón? ¿Ese es el argumento?

Mire, don Fernando, si tuviera las formas oratorias de doña Adriana Lastra -esa Cicerona de patio de vecindad- le diría que piensa el ladrón que todos son de su condición. Porque usted, cuando dijo que dejaría que un hijo suyo fuera a la manifestación del ocho de marzo, teniendo informes muy alarmantes de la OMS, desde el mes de enero, una de tres: o es mal padre y no le interesa la salud de sus hijos; o es usted un experto irresponsable, que no concede importancia a los informes solventes, o bien, la tercera posibilidad, que usted sí se deja influir, usted sí es sensible a las presiones que recibe del Gobierno, y usted sí que acepta ocultar sus convicciones y decirle a la jerarquía lo que quiere escuchar. Y no puedo creerme que ese comité este compuesto por gente como usted. Porque hay centenares de científicos y médicos, en España, íntegros y honorables, que no se dejan influir. ¿Usted se cree que personas como Rafael Matesanz, asesor de la Organización Mundial de la Salud se dejaría prersionar? Confío en Inés Arrimadas y Ciudadanos. Y espero que este totalitarismo, esta ocultación indigna de un país democrático, como madrina de la última prórroga de la alarma, presione para que sea derogada. Porque si Ciudadanos consiente este abuso de despotismo será la prueba de que Sánchez ha vuelto a mentir e Inés Arrimadas se lo ha creído"

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