Luis del Val analiza el discurso de Armengol y la reacción del Rey: "Me extrañó su unánime aplauso"

Explica el profesor que "se elogió a sí misma por el progresismo impresionante de que el hemiciclo se haya llenado de pinganillos por los que hablan los traductores"

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La presidente del Congreso de los Diputados pasó ayer a la Historia de la Cámara, debido a que, tras catorce aperturas de legislatura, en la suya, la decimoquinta, fue la primera en la que la mitad de los presentes no aplaudieron el discurso de la presidencia. Desde el año 1977 del pasado siglo ha sido la primera vez que ha ocurrido ese fenómeno. Después, me extrañó el largo y casi unánime aplauso al Rey, porque se prolongó de tal manera que, servidor de ustedes, viendo a tanto republicano, aplaudir con ese entusiasmo con que los turiferarios diputados socialistas aplauden a Pedro I, El Mentiroso, creí sospechar que estaban despidiéndole.

Solo le faltó a la presidente, cuando se elogió a sí misma por el progresismo impresionante de que el hemiciclo se haya llenado de pinganillos por los que hablan los traductores, haber resaltado el retraso del primer país parlamentario de la Historia, el Reino Unido, tan carca y retrógrado que todavía hablan solo en inglés, y no está permitido que se hable el galés y el escocés, el primero de ellos tan antiguo que procede del siglo VI, cuando en la España visigoda todavía no había nacido ni siquiera el castellano y, mucho menos, el catalán.