Luis del Val: "Tico se ha adelantado para ir a ese lugar donde todos nos juntaremos"

Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en una figura irrepetible en el periodismo español: Tico Medina

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"Cuando Emilio Romero decidió poner una delegación del periódico PUEBLO en Aragón, vino un fotógrafo llamado Enrique Verdugo y un joven e inquieto periodista, que había estado en El Ideal de Granada, y se había ganado una pronta popularidad. Se llamaba Tico Medina, y otro joven de veintipocos años, que era yo, lo observaba con admiración y, en tres días, tres, nos demostró, como Cervantes en el Quijote, que el mundo cabe en unos pocos kilómetros, y que en Aragón había gentes y cosas que podían interesar en toda España. Luego vendría la televisión, aquella televisión donde Tico Medina y Yale convertían el estudio en un cuadrilátero donde se boxeaba con las palabras. Después llegaría ABC y la aventura americana, ese continente que Escolástico Medina recorrió de arriba abajo con la curiosidad de un niño y el sentimiento de un enamorado.

La última vez que lo ví, fue en 2018, donde tuve el enorme honor de compartir con él los Premios Bravo, y fue una inundación de nostalgia, hablando de los viejos tiempos.

Escolástico Medina disparaba las metáforas con la rapidez de un pistolero de western. Nunca sabré si le costaban mucho o poco, si discurría durante bastante tiempo o le surgían con la facilidad de un talento especial, pero el resultado siempre era deslumbrante. Es frecuente que surja entre los que se ponen a escribir en el sur, como si el tropo fuera una fruta, una granada, de esas que abundan en la provincia donde vio sus primeras luces y escuchó las primeras palabras Tico Medina. Y, luego, el olfato periodístico, ese pálpito que intuye dónde está la noticia, y que no se aprende en las facultades, sino que es algo así como el ojo clínico de los médicos de la noticia.

Recuerdo sus intervenciones contigo, Carlos,

, y a punto de nacer en la fiesta, y siempre encontraba algo de lo que admiró a aquél muchos de 22 años, cuando llegó a Zaragoza Tico Medina a demostrar lo que era un periodista. Por eso, acabo de tirar a la papelera el comentario que tenía preparado, porque no se puede hablar a espaldas de la noticia, y hoy la noticia, triste noticia, es que

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