Luis del Val tira de ironía para criticar el ataque del alcalde de Zaragoza a la Semana Santa
Pedro Santisteve ha prohibido que la unidad ecuestre de la Policía Municipal participe en las procesiones de Semana Santa
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El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha prohibido que la unidad ecuestre de la Policía Municipal participe en las procesiones de Semana Santa. Ha decidido que solo aparezcan en actos educativos o terapéuticos. Confieso que le tengo una gran simpatía al alcalde de mi pueblo porque sufre mucho. Es laico en una ciudad cuyo orgullo mayor es la Vírgen del Pilar y es republicano en un país al que se le denomina "Reino de España". La Semana Santa de Zaragoza no es la de Sevilla o Murcia, pero después de las Fiestas del Pilar es el acontecimiento que mayor número de turistas atrae a la ciudad. Me imagino que ser alcalde de una ciudad cuyos dos acontecimientos que más turismo atraen tengan base religiosa, debe suponer para un laico como Santisteve un suplicio permanente.
El alcalde hace lo que puede, y ya le intentó quitar el nombre de "Príncipe Felipe" a un pabellón deportivo, pero los tribunales le condenaron a reponer el nombre. Y es que para un laico y republicano, reconozcamos que la vida es muy difícil. La decisión de retirar a la Unidad Ecuestre de las procesiones de Semana Santa es perfectamente legal, porque es el jefe de la policía municipal. Además, tengamos en cuenta que los caballos son también laicos, como el señor alcalde. Y prueba de ello es que les es indiferente si participan en una procesión o en las fiestas, porque detrás de ellos suelen ir los empleados de la limpieza retirando los excrementos que con plena libertad laica lanzan a la calzada en cagadas intermitentes.
Lo que me cuesta entender es el argumentario de que las procesiones no sean un elemento educativo, cultural o terapéutico. Ahora que hemos introducido a los carnavales o al orgullo gay en lo cultural, quitamos las procesiones. Lo cual no parece muy coherente. No quiero especular con la proximidad de las elecciones municipales, porque Don Pedro Santisteve no es de esas personas que maniobren para parecerse simpática, ni mucho menos. Prueba de ello es que ha sido reprobado por el concejo, incluidos los concejales de los partidos políticos que le apoyaron por ser elegido alcalde.
Estoy seguro de que no hay un cálculo electoral y todo se debe a ese entusiasmo laico que le llevó a pedir en la Academia General Militar de Zaragoza una Academia Militar no militarista. Es uno de los oxímoron más deslumbrantes que uno ha escuchado.
Naturalmente, mis paisanos me han enviado un montón de jotas alusivas a la prohibición de Santisteve de que la Unidad Ecuestre vaya a las procesiones. Hay muchas para elegir, pero he seleccionado ésta:
"La Vírgen del Pilar dice
que el alcalde Santisteve
borracho puede no ser
pero seguro que bebe"