Luis del Val: "A nuestra democracia, amparados en la Constitución, le van a dar una patada"
Asegura el profesor que "este es nuestro terremoto que se mueve despacio, pero sin pausa, y no se detiene"
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La Imagen del Día de Luis del Val en Herrera en COPE pone el foco en el terremoto que va a sacudir nuestra Constitución:
"A mi tía Pascualina le salió una sobrina tirando a libertina, o sea, algo pendón, y mi tía decía -para explicar que siempre estaba por ahí, de festejos- que era muy difícil que se le cayera la casa encima.
Al Rey de Marruecos, aunque el epicentro de un terremoto se localizase en el mismo centro de su Palacio, sería muy difícil que le ocurriera algún daño físico, no porque posea poderes sobrenaturales, sino porque es raro que se encuentre en Marruecos. O está en París, o está en Gabón, o a bordo de uno de los diez yates más grandes del mundo, o en cualquier otro lugar.
Y debe ser muy reflexivo. Mucho. Tras el terremoto tardó casi un día en aparecer, y dos días en decir algo. Y ha dicho que se rece en todas las mezquitas. Bien. Pero como decía un párroco de mi pueblo, “a Dios rogando y con el mazo dando”, que las ayudas son necesarias y no llegan…
Bueno, es tan reflexivo que algunos países han ofrecido ayuda y todavía se está pensando, si autoriza o no la ayuda.
Muy distinto es nuestro Presidente de Gobierno, que visitó la isla de Palma en diez ocasiones, tras el terremoto, y en cada visita prometía ayudas.
Un año después había 600 damnificados que no habían visto ninguna ayuda, excepto la del Fondo de compensación de Seguros, si tenían la vivienda asegurada. Bueno, pero Pedro I, El Mentiroso, movió el falcon diez veces, y se hizo fotos, y eso produce esperanzas.
Desde luego, somos países distintos. Allí tienen una dictadura monárquica, que iba para modernizarse y se paró, y aquí tenemos una democracia, amparada por una Constitución a la que le van a dar una patada para que los españoles no seamos iguales.
Es otro terremoto, que se mueve despacio, pero sin pausa, y no se detiene. De momento, un puñado de ministros que la semana pasada decían que eso de la Amnistía no encajaba en la Constitución, han debido llevar a la Constitución a un ebanista, y ahora encaja.
Aparentemente, parece que estos ministros son personas sin honor, dispuestas a decir lo contrario, con la seguridad de los cínicos, pero debe ser el ebanista. Y hablan de otro ebanista, en el Tribunal Constitucional, que ese coge el mazo y en la Constitución le cabe un largo tren de mercancías, pero de lado. Ese es nuestro terremoto, de apariencia suave, pero causará grandes destrozos".