Luis del Val: "Cualquier patraña obscena será legítima si va encaminada a conseguir la investidura de Sánchez"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Queridos niños, no hay por qué escandalizarse. La entrevista al pistolero Arnaldo Otegui pertenece a un programa de Televisión Española de normalización pedagógica de la delincuencia. Estoy seguro que, a continuación, en próximos días, la televisión pública nos ofrecerá alguna entrevista con un miembro de La Manada, en la que, de manera pedagógica, como Otegui, nos explicará que, en las violaciones, la mujer violada sufre, claro, pero no sufre menos el violador y su familia, porque el violador también tiene padre y madre, e incluso amigos. El violador es un esclavo de sus hormonas, que van a lo suyo, y no puede controlarse, de la misma manera que el pistolero Otegui secuestraba a las personas y las encerraba en un zulo, por las hormonas patrióticas. Es que Otegui, veía la ikurriña, se ponía como una moto, y comenzaba a organizar el secuestro de Javier Rúperez, un tipo que se presentó a unas elecciones y fue elegido diputado, algo que Otegui no podía soportar.
De todas formas, el pistoletazo de salida de la campaña de normalización de la delincuencia –y no creo que la metáfora del pistoletazo ofenda a Otegui- comenzó cuando los socialistas vasco navarros -cada día más vascos y menos socialistas- dijeron que ya vale de vivir de las víctimas de ETA. Ya vale. Ya vale de recordar los muertos de hace nada, y olvidarnos de los muertos del 36 del siglo pasado, que esos sí que tienen ley de memoria histórica, siempre y cuando naturalmente fueran torturados y asesinados por falangistas de derechas. La izquierda no mató a nadie. Lo de las checas de Madrid, puro cuento. El primo de mi madre, al que fusilaron con 16 años por estudiar en un seminario, debió ser mentira. Ni la CNT, ni los anarquistas, ni los comunistas, ni los socialistas, mataron a nadie. Fueron las derechas. Digo las derechas porque eso lo repite casi todos los días el ciudadano José Luis Ávalos dice “las derechas”, y se le pone esa cara de asco con que un alcohólico pronuncia la palabra “agua”. Es verdad que las derechas mandan democráticamente en Europa, pero la derecha española es distinta, y según el PSOE estuvieron todos con Franco el 18 de julio. Bueno, no habían nacido, pero les hubiera gustado estar. Sobre todo a los de VOX. ¿Pero no dijo Carmen Calvo, que todos los escaños son legales y legítimos? Sí, lo dijo, pero eso no incluye a los de Vox, los marcianos de esta película.
Otra cosa son los que quieren derribar la monarquía constitucional, como los de Unidas Podemos o Unidos Podemas. O los partidarios del golpe de estado secesionista; o los palmeros de ETA, organizadores de homenajes a los asesinos, esos sí son los legítimos –y ya vale de vivir del cuento de ETA-. Vamos a vivir del cuento de una guerra de hace 83 años, y reconozcamos, con Otegui, que los socialistas asesinados como Froilán Elespe, Juan Priede, Enrique Casas, Fernando Buesa, Fernando Múgica y tantos otros, perdieron la vida, sí, pero los pistoleros que los asesinaron sufrieron también mucho.
Queridos niños, no hay que escandalizarse. Cualquier indecencia, cualquier mentira miserable, cualquier patraña obscena será legítima si va encaminada a conseguir la investidura de Pedro Sánchez.