Luis del Val: "Gracias a Yolanda Díaz, albergamos una figura laboral inédita en el mundo"
Explica el profesor que esta figura es "la del trabajador fijo discontinuo"
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Gracias a Yolanda Díaz, albergamos una figura laboral inédita en el mundo, que es la del trabajador de contrato fijo discontinuo, pero, ahora, gracias a la Excelentísima Ministra de Sanidad, doña Mónica García, vamos a crear “el enfermo bajo palabra de honor”.
Si el trabajador del contrato fijo discontinuo no sabemos si trabaja o está en el paro, del trabajador que no acude a su trabajo sabremos que está enfermo y digno de baja laboral, siempre y cuando creamos en su palabra de honor.
Eso sí, la señora ministra solo le concede confianza a su palabra de honor durante tres días. Al cuarto, aunque jure por la memoria de su madre que sigue enfermo, deberá acudir al médico para que lo corrobore.
Les confieso que, ante una disputa entre un trabajador y un empresario, de entrada, me pongo del lado del trabajador. Por razones de procedencia de clase, y por esa subconsciente rebeldía ante el poder, sea el que sea: económico, político. Pero eso no quiere decir que piense que el trabajador siempre tiene razón, o que cierre los ojos a que en España, cada día, hay 1.300.000 trabajadores que no acuden a su puesto de trabajo.
Los que pasan del millón, 300.000 al día, no acuden al trabajo sin ninguna justificación. Bueno, pues ahora, con la creación del trabajador enfermo bajo palabra de honor, podrán quedarse en casa, sin justificación, tres días seguidos.
Y no es desconfianza, no, sino lógica estadística, y entre esos 300.000 tiene que haber un buen número que consideren, como Luis Aguilé, que es una lata el trabajar. La decisión de la señora ministra no se debe a ninguna razón de caridad, sino que quiere librar a los abarrotados hospitales y consultorios del trabajador que va a tramitar su baja. Si la medida fuera temporal, cabría una justificación, pero ya verán cómo el enfermo bajo palabra de honor se convertirá en tradicional.
Por cierto, en toda la Unión Europea las mujeres casi doblan en absentismo al de los hombres, dicho sea con permiso del talibanismo feminista. Vamos, Carlos, que si esto estuviera ya vigente, estoy por decirte que tengo pupa, y que voy a reponerme los próximos miércoles, jueves y viernes. ¡Hasta el lunes! Vamos, en un año nos ponemos a la cabeza de absentismo en la UE.
Va a ir la economía como un tiro. Como un tiro en el pie de los costes laborales.