Luis del Val: “La ministra Montero insulta a nuestra paciencia y nuestro sacrificios”
Hace referencia el profesor a la decisión de la ministra para que las comunidades autónomas suban los impuestos
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
No hay que ser matemático para entenderlo. En España vivimos 47.500.000 ciudadanos, de los cuales, 7.500.000 tienen su domicilio en Cataluña. Los otros 40 millones habitamos en el resto del territorio. Pues bien, de cada 100 euros que el Gobierno reparte del FLA a las Autonomías, 40 euros, 40, son para Cataluña, y sus 7.500.000 habitantes, mientras el resto queda para los cuarenta millones que no tienen la suerte de vivir en un territorio cada vez más totalitario. Eso no es todo. Con objeto de disponer de más dinero, Cataluña ha contraído deuda, a través de préstamos. Con ese dinero se puede paliar, momentáneamente, que 11.000 empresas hayan dejado de pagar impuestos en Cataluña, y se puedan financiar embajadas de parchís, y embajadores de tú la llevas, y alquilar edificios, y viajar a Moscú a pedirle a Putin ayuda para separarse de España. Esa deuda, si no la paga la Generalitat, la tendrá que pagar el resto de los españoles. ¡Cerca de 80.000 millones de euros! ¿Recuerdan aquella ruborizante ovación que los ministros y parlamentarios socialistas le ofrendaron a Pedro I, El Mentiroso, cuando hace unos meses parecía que ya venía con los 70.000 millones de euros en un camión, que había aparcado en la puerta del Congreso? Pues con ese dinero, que no ha llegado, ni siquiera podremos pagar la deuda de los secesionistas.
Ahora, encima, la ministra de Hacienda, viendo que algunas Comunidades Autónomas van bien, y siguen las recomendaciones del FMI -en tiempos de crisis, no subir los impuestos- va a disponer de todo lo contrario, y va a obligar a que las comunidades que no se endeudan, que no abren embajadas por el mundo, que no piden préstamos a bancos, a esas les va a obligar a que incumplan las más elementales reglas de crisis y les ordenará que suban los impuestos. María Jesús Montero se llama la ministra que admite esta injusticia manifiesta, este vasallaje despreciable, esta arbitrariedad, esta tropelía que los españoles no secesionistas no nos merecemos porque, encima, es un insulto a nuestra paciencia y nuestros sacrificios. El Gobierno confía en que aguantemos el desprecio, en que las ovejas aceptaremos esta vergonzosa desigualdad y soportaremos la inmoral y arbitraria parcialidad como corderos estúpidos. Mejor dicho, como borregos.