Luis del Val: “Nuestro sistema educativo y social es tan libre, que la delincuencia ya puede ser una opción”
Habla el profesor de la preocupante situación que se vive en Barcelona ante el aumento de delincuencia en sus calles
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la delincuencia que se vive en los últimos tiempos en Barcelona:
Además de unirse, ayer, en el campo de fútbol, a través de sus respectivos equipos de primera división, las dos ciudades comienzan a tener un vínculo preocupante, que no disminuye, y va a más: la delincuencia.
Por un lado, Barcelona se está convirtiendo en una ciudad insegura, debido a que robos y hurtos, forman parte de la vida cotidiana. Amén de situarse en primer puesto de pisos invadidos por okupas. Por otro, las bandas de menores, y no tan menores, empleando un término escolar, progresan adecuadamente en Madrid. Tan adecuadamente que, de la violencia del control de barrios, han pasado al uso de armas blancas y su correspondiente lista de víctimas mortales. Es decir, que si no se ataja su crecimiento, dentro de poco tendremos unos delincuentes de provecho que habrán pasado del arma blanca a la pistola, enorme diferencia, porque con el cuchillo puedes partir el pan, pero la pistola sólo tiene un uso. Dejo para los sociólogos el estudio de los gérmenes y evolución, pero no hace falta ser un sabio para notar que la falta de atención de los padres -porque ambos trabajan- la desestructuración familiar de las separaciones, y la indiferencia ante los cada vez más numerosos acosos escolares, contribuyen a un ambiente propicio para que cualquier menor sienta nacer su vocación de matón. Si añadimos las reformas educativas, donde la permisividad, la falta de control, y la preocupación para que las normas y deberes, que son inherentes a cualquier grupo social, no se cumplan, no sea que vayamos a frustrar al alumno, tenemos un panorama propicio para que la manera de sentirse protegido, que no te agredan y que no te peguen, la mejor sea entrar en la banda.
¡Ah! Y ya han empezado a entrar chicas. A los chicos se les exige algún acto brutal, que demuestre su valentía, y a las menores que les practiquen un favorcito sexual a los jefes de la banda. Antes de que intervenga la conocida ministra solicitando igualdad, a ver si interviene mejor la Policía, que ya sospecha que el aumento de violencia y pertrechos de machetes puede tener que ver algo con la droga. Mientras el presidente del Gobierno, en su amor a los pobres, cada día fabrica más pobres para tener más pobres a los que amar, nuestro sistema educativo y social es tan libre, que la delincuencia ya puede ser una opción.