Luis del Val, sobre la juez de Zaplana: "Me parece una mala persona"
El tertuliano de 'Herrera en COPE' considera que la labor de Doña Isabel Rodríguez Guerola es "manifiestamente mejorable"
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Comienzo a pensar con cierto fundamento que la juez Doña Isabel Rodríguez Guerola es una mala persona. Asimismo, defiendo su independencia para que haga lo que crea oportuno, porque la independencia judicial es uno de los pilares del Estado de Derecho. Pero también es fundamental en una democracia la libertad de expresión, tal como recoge el artículo 20 de nuestra Constitución. Y acogiéndome a ese artículo y dadas las circunstancias que son conocidas, empiezo a creer que la juez Doña Isabel Rodríguez Guerola no es una juez imparcial y es posible que sea una mala persona.
No es una juez imparcial quien pone en duda los informes médicos sobre la gravedad del estado de salud de un preso preventivo. Porque todos los jueces, que no pueden saber de todo, en cualquier asunto (desde los accidentes de circulación hasta el derrumbe de los edificios, desde la causa de la muerte de una persona hasta un desfalco económico), se atienen a los informes realizados por los peritos, sean médicos, arquitectos, ingenieros o especialistas financieros.
Y no en una ocasión, sino en varias, la juez Doña Isabel Rodríguez Guerola ha reclamado que el preso preventivo y enfermo grave Eduardo Zaplana reingrese en la prisión de Picasent a pesar de los criterios en contra de los hematólogos, que certifican que su rechazo al trasplante le convierten en una persona de vulnerabilidad mortal ante la más leve infección. Este desprecio a los informes científicos de personas de prestigio, a los que se ha unido la sociedad española de hematología, la presentan como una juez empecinada en su criterio, con un desprecio tan manifiesto a los informes periciales, en este caso medicos, que avecindand con la arbitrariedad.
Cientos de personas, entre las que se encuentran José María Aznar, Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, han firmado un manifiesto donde se muestran preocupados por el estado de salud de Eduardo Zaplana. Pero la preocupación de la juez es que pueda escaparse y destruir pruebas cuando lo que se está destruyendo es su vida. Por eso, además de una juez manifiestamente mejorable, me parece una mala persona. Porque el día de Nochebuena ordenó a la Policía que custodiaba la estancia de Zaplana en el hospital, que prohibiera la entrada de su hija y del capellán del hospital. ¿Se le habría prohibido en España a un musulmán preso preventivo hospitalizado la visita de su imán? ¿Y si el preso preventivo hospitalizado hubiese sido un judío le habría prohibido que le visitara su rabino o su hija en una fecha señalada?
Si es mala persona el ser que desprecia el dolor de los demás y de su familia, aquel que no posee el menor atisbo de misericordia, y su soberbia es tan intensa que desprecia el criterio de los científicos, y en su falta de caridad ordena a los policías para que el día de Nochebuena una hija no pueda visitar a su padre, me ratifico. Doña Isabel Rodríguez me parece no ya una juez discutible sino, sobre todo, una mala persona.