Del Val:"Greta Thunberg, una adolescente, que entre el entusiasmo y la histeria, se niega a viajar en avión"

Es la fotografía del día de profesor sobre lo que el Gobierno de España va a hacer por Greta para que pueda asistir a la Cumbre del Clima

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"Se trata de una adolescente, que entre el entusiasmo y la histeria se niega a viajar en avión"

Luis del Val

Publicado el - Actualizado

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Lamento estar en minoría, pero a mí me ha parecido bien que el Gobierno en Funciones electorales se haya ofrecido para ser la sede del Congreso de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Como el nombre es más largo que un día intentando atravesar la Diagonal de Barcelona, le llaman COP25, aludiendo a que se celebran ya sus bodas de plata. Y es posible que el gobierno anfitrión sea el mismo que ahora  está en funciones electorales, y que le pillará jugando la prórroga, pero las oportunidades hay que aprovecharlas, y aunque el Gobierno lleve varios meses de campaña electoral, y siga, y siga, cientos de millones de euros se abonan a los funcionarios de los ministerios de Exteriores, ayuntamiento de Madrid y Comunidad, y son gente casi tan preparada como los de IFEMA, con los que he tenido ocasión de gozar de su eficiencia y rapidez. 

Alojar 25.000 personas es un reto, desde luego, pero más había en el Mundial de Fútbol y no se perdió ninguno. Lo que me ha producido una relativa sorpresa, es que del viaje y alojamiento de los 25.000, haya 24.999 desplazamientos que no parecen presentar ningún problema, pero hay uno que tiene a varios departamentos a la búsqueda y captura de una solución. No es Donal Trump, no es un premio Nobel, no es el más alto representante de los combustibles fósiles, no. Se trata de una niña, más bien una adolescente, que entre el entusiasmo y la histeria se niega a viajar en avión. La niña es ya adolescente, y ni ha terminado los estudios propios de su edad, ni hay pruebas de que posea la ciencia infusa, esa en la que los conocimientos llegan sin necesidad de estudiar o de asistir a clase. Dada ya su edad adolescente podríamos decir que es una NINI, que ni estudia, ni trabaja, pero sí trabaja, porque  va de congreso en congreso, y la escuchan como si fuera la experimentada directora de un departamento de investigación, aunque es una muchacha de 16 años que jamás ha participado en ningún trabajo científico serio. Ha adquirido una fama semejante a la de las estrellas de rock, pero los que gimen ante su aparición y se muestran como fans emocionados, resulta que no son otros adolescentes, sino políticos de países importantes. 

¿Y cuál es el problema en que venga la niña? Ninguno. Pero es que ella es tan ecologista que no quiere tomar un avión, porque contaminan. Y, entonces, el gobierno de España está buscando un barco, para que la estrella del rock ambiental pueda venir a España. Oiga, un barco gasta más combustible en venir de Estados Unidos, que un avión. Exacto. Por eso, el Gobierno en funciones electorales, sin preocuparse de los 24.999 congresistas, están todos a la búsqueda de un barco ecológico, cuya puesta en marcha costará más que el pasaje completo de un Boeing. La madre de la artista fue cantante de ópera, pero la hija le supera en fama en los escenarios. Los aviones siguen despegando desde Estados Unidos, sin bajar el número, y hay plazas libres, pero esta sociedad de entontecimiento contemporáneo, de sensibilidad párvula y adoraciones frívolas, contagia incluso a los gobiernos, porque los tontos contemporáneos empiezan a ser mayoría. El día diez lo podremos comprobar. 

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