Muere Miguel Blanco, el padre de Miguel Ángel Blanco

Miguel Blanco era el padre del político del Partido Popular que movilizó a todo un país pidiendo su liberación. Durante un tiempo, compartió profesión con su hijo. Ambos eran albañiles y Miguel Ángel, como su padre, se dedicó al negocio familiar hasta que encontró otro trabajo en relación con sus estudios.

Finalmente Miguel Ángel Blanco sería asesinado por ETA en la localidad de Ermua (Vizcaya) el 12 de julio de 1997. Blanco fue secuestrado con la amenaza de asesinarla si el Ministerio del Interior no reagrupaba a sus presos en el País Vasco antes de las 16.00 horas del día siguiente. En el año 2003, la Audiencia Nacional juzgaba por primera vez a un miembro de la organización terrorista por ese asesinato, en concreto a Ibón Muñoa. Inmediatamente después admitía haber participado en el crimen.

Miguel Blanco se enteró por los medios de comunicación del secuestro de su hijo en 1997 cuando acudía a su casa tras el trabajo. "¿Es usted familiar suyo?", le preguntaron los periodistas cuando llegaba al portal del edificio donde residía la familia.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha enviado un fuerte abrazo a toda la familia "en estos tristes momentos".

"Me acaban de informar del fallecimiento de Miguel Blanco, padre de mi compañero asesinado por los criminales de ETA, Miguel Angel Blanco y de mi compañera y amiga Mari Mar Blanco.. Desde mi profunda tristeza y cariño le deseo que descanse en paz está buenísima persona y amigo", ha señalado por su parte Carlos Iturgaiz, candidato del PP a las elecciones vascas del próximo 5 de abril.

El asesinato del concejal supuso una importante movilización en contra de la organización terrorista ETA, creándose así el llamado “Espíritu de Ermua”. Sus allegados le recuerdan como una persona “extrovertida, dialogante y alegre”. Su trayectoria en el PP fue breve. Se afilió en la formación en 1995, unos meses antes de las elecciones municipales donde se le colocó en tercer lugar de la lista popular en Ermua. Era el hijo mayor de un matrimonio de trabajadores: Consuelo Garrido y Miguel Blanco, tenía una única hermana, Mari Mar Blanco, que recuerda a su hermano como “un ser humano cercano, el apoyo necesario para solucionar cualquier problema y con una gran paciencia”.

Sus padres emigraron desde Galicia para encontrar trabajo, se enamoraron y contrajeron matrimonio en Ermua donde formarían una familia.

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Dicen, quienes han tenido la desgracia de sufrirlo, que hay pocas cosas más dolorosas para un padre o una madre que la muerte de un hijo, cuando este está en lo mejor de su vida. Sobrevivir a un hijo es alterar el orden lógico de las cosas, una anomalía terrible.

Esta es la historia de un hombre común. Un trabajador honrado, empeñado en la tarea de sacar adelante a su familia.

Como cada día regresa a su casa del trabajo. Es albañil. Media tarde de un jueves, 10 de Julio de 1997. Hace calor. Estamos en Ermua. El hombre aparca su furgoneta y se encamina al portal de su casa. Se extraña. Según va llegando, contempla a un grupo de hombres y mujeres, micrófonos y cámaras en ristre.

Una periodista le pregunta.... ¿es usted familiar? El hombre no sabe de que le están hablando..... “parece ser que han secuestrado a su hijo”.

El hombre siente moverse la tierra bajo sus pies. Dos policías se acercan al portal. Está tan nervioso que no acierta a meter la llave en la cerradura. Le ayuda un agente.

48 horas de angustia y una nación pendiente de una cuenta atrás agónica, una tortura seguida minuto a minuto con un hilo de esperanza... con rabia. Nada volvería a ser como antes....