Pierde a su hermano Antonio víctima de un cáncer y este es el bonito homenaje que le hace: "En su honor"

El otro día, recibí una carta desde Zaragoza metida en un libro. Un libro pequeño, finito, titulado “En Claroscuro”. La carta la firmaba Carlos y me hablaba de su hermano Antonio, que falleció el año pasado, a los 54, después de nueve meses de su diagnóstico.  

Antonio era médico militar. Y seguramente eso marcó la aceptación de su enfermedad. Siempre tratando de no llamar la atención. Siempre discreto. Siempre alegre.

Pero, a pesar de eso, Carlos ha titulado a su libro “En Claroscuro” porque, a pesar de toda la luz que Antonio tenía, la que construyó a su alrededor, su hermano todavía se pregunta por qué. Por qué Antonio y por qué ahora.

Lo que se recaude con ese libro, “En Claroscuro” de Carlos Piñeyro Sierra, irá a parar a los “Premios Piñe”, en honor a Antonio, que van a reconocer iniciativas locales, domésticas, de medicina comunitaria y preventiva.

Antonio se fue, pero se llevó dos regalos. El primero fue su ascenso. Y otro más. Antonio estaba divorciado, pero había rehecho su vida con Eva. Llevaba más de tres lustros sin comulgar, hasta que el Papa Francisco publicó “Fiducia Supplicans” para impartir sacramentos a los separados por sentencia. Así que, su familia está convencida de que esas dos noticias, las recibió de Dios.

Carlos me dejó un mail, un teléfono y una deuda. Así que cierro el sobre de vuelta.

Para los “Premios Piñe” gusandflowers.com. Para lo demás, el ejemplo de Antonio Piñeyro.