El día que los ‘fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ disfrutaron de los sanfermines
Cuando se están celebrando las fiestas de San Fermín de Pamplona conocemos la primera vez que fueron nuestros oyentes
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Pamplona está de fiesta, una de las fiestas más populares y emblemáticas de nuestra España, conocida universalmente: San Fermín.
Unas fiestas que no dejan indiferente a nadie y que atare la atención de miles de turistas que cada año vienen a Pamplona para ser testigos del chupinazo, de los encierros, de comidas, de tardes toros y meriendas, de bailes…
Por eso, en estas fechas, nada mejor que los ‘fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ para recordarnos la primera vez que vivieron in situ los sanfermines o el momento que s eles ha quedado grabado en la memoria para siempre.
David nos cuenta que lleva yendo a los Pamplona desde 2008 aunque “la primera vez que fui fue en el 2003 después de aprobar la Selectividad”, pero segura que “de esa primera vez tenía la imagen de que aquello me superaba”. Sin embargo, a partir de 2008 ya fue distinto porque iba con un grupo de amigo. Confiesa que “el ambiente es alucinante y no creo que se haya otro sitio igual”.
José recuerda que con 18 años se fueron 3 amigos desde Alicante a Pamplona con un saco de dormir y a la aventura, con la suerte de que se encontraron con una compañera y pudieron quedarse en su casa a dormir. La imagen que tiene de aquellas fiestas es “que pude ver el encierro debajo del andamio de TVE en la curva de Estafeta y pude ver cómo venían los toros y se estrellaban en los tablones”. “Es una fiesta muy divertida”, admite.
Javier se encuentra recuperándose del percance que sufrió este sábado en el encierro “cuando intenté meterme entre la manada y un toro me dio una coz y al caer caí con la rodilla y me tuvieron que llevar al hospital”.
Por último, Patricia recuerda lo mal que lo pasó cuando se fue con su pareja a Pamplona. Resulta que su novio no le había dicho nada a sus padres, así que cuando ella estaba “esperando en la plaza de toros, y venga gente y venga toros, y vega gente y venga toros…” relata nuestra fósforos “yo solo pensaba cómo iba a llamar a mi suegra, que no me conocía, a decirle que a su hijo le había pillado un toro en Pamplona”. Pero, finalmente Patricia respiró cuando “veo aparecer por allí al calvo, corriendo como un desesperado”.