Un empresario frutícola: "Si no fuera por los temporeros, en España no se recogería la fruta"
Alberto, gerente de la empresa Mountain Cherry, ha propuesto la rehabilitación de edificios vacíos para acabar con los asentamientos ilegales
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La campaña para contratar personas en paro e inmigrantes en el campo no ha logrado cubrir toda la necesidad de mano de obra para la temporada de recogida de fruta, que comenzó en abril. Las asociaciones agrarias y los sindicatos calcularon que en España faltaban entre 75.000 y 80.000 jornaleros, la gran mayoría de los cuales llegan del este de Europa o del norte de África.
Ante esta situación, y debido a la revuelta que ha tenido lugar el pasado domingo en Albacete en un asentamiento ilegal de jornaleros ante un brote de Covid-19, este lunes en 'Herrera en COPE' nos hemos aproximado a la situación que viven los temporeros en España.
Entre todos los testimonios ha destacado el de Alberto, gerente de la empresa Mountain Cherry, en Calatayud, que ha explicado que lamentablemente muchos españoles no quieren trabajar en el campo y "si no fuera por esta gente, no se recogería la fruta".
El oyente ha manifestado su gratitud al Obispado de Tarazona, que tenía un convento que lo habían dejado hace tres años las monjas dominicas de San José. "Me lo han cedido a cambio de un donativo para el covid. Han estado viviendo 300 temporeros", ha dicho.
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En su opinión, los asentamientos ilegales en los que viven los jornaleros, muchas veces en condiciones de insalubridad, se solucionarían si la administraciones pusieran los edificios que tiene vacíos a disposición de estas personas que vienen a trabajar "porque es difícil para una campaña de 40 días hacer alojamientos para la gente".
"En este edificio me he gastado 60 o 70 euros en camas y en rehabilitarlo. El mayor valor que tienen las empresas agrícolas es la gente. Tenemos que hacer todo lo posible porque se sientan como en casa", ha señalado.
En el convento han estado viviendo "senegaleses, rumanos y búlgaros y españoles, los menos porque no quieren trabajar en el campo. Es una vergüenza lo que está pasando", ha dicho. Cada vez que los temporeros llegan a España desde otros países, Alberto coloca la respectiva bandera de su Estado de origen para que se sientan "como en su casa. Hay que darle valor a las personas", ha incidido.
Además, el oyente ha presumido de haber colgado "la bandera de España más grande del mundo en unos cerezos".