Va a una despedida de soltero a Egipto y este es el motivo por el que aún lo recuerdan: "Fue irrepetible"
Hablamos con nuestros 'fósforos', en esta ocasión, de aquello que probaron en verano porque se lo recomendó alguien y que no volverían a hacer jamás
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Hablamos con nuestros 'fósforos' de aquello que probaron en verano, porque se lo recomendó alguien, y que no volverían a hacer jamás.
Gabriel es el primer oyente que nos cuenta su anécdota. Dice que tiene una tradición bética porque estudiaba en Ciudad Real la carrera y "el AVE nos salía muy barato. Iba a Sevilla por 1.50 euros". Además, añade que ha estado de despedida de soltero en Egipto. Allí vivieron algo que nunca olvidarán. Tampoco las personas que presenciaron lo ocurrido. Descubre lo ocurrido en el siguiente audio.
En concreto, explica que estando en la primera pirámide, cuenta que todo eran risas. "Era un poco estrecho, nos dijeron que si teníamos claustrofobia no entrásemos. A mitad de camino, vimos unos que bajaban sudando. Y fuimos cayendo como chinches. A mí se me salió la rodilla para bajar. Fue irrepetible".
Otro 'fósforo' dice que se fue de viaje a Brasil. A una población llamada Pipa que recomienda. Estando allí, estuvieron en un complejo que era maravilloso. Muy paradisíaco. "Te ponías a desayunar y veías a todos los monos. Te comían la mano. No tuvimos otra gran idea que alquilar una moto para explorar esa zona. Nos dijeron de ir a unas playas muy bonitas y ahí fuimos mi mujer y yo", relata. Asegura que la arena parecía nieve de lo blanca que era. Llegaron a unas dunas y, en un momento dado, se dio cuenta de que a la moto le quedaba poca gasolina.
Por suerte, se encontraron un chiringuito sin luz porque "trabajaban con una bomba de gasolina. La playa era maravillosa. Le preguntamos al dueño del chiringuito si podíamos comer algo y le preguntamos por una gasolinera. La más cercana estaba a 80 kilómetros". ¿Y cómo volvieron? Responde que, con la gasolina que tenía el dueño ahí guardada, les llenó el depósito. Un acto de generosidad, sin duda.
Más oyentes. Como Catalina, que ha indicado que desde hace tiempo, es fan de Herrera en COPE. Después, nos ha contado que es polaca y lleva 17 años en Madrid. Tiene 40 años y, cuando tuvo 15, los tiempos eran distintos. "Era buena estudiante, una buena niña. Me odiaban todos los primos porque siempre me ponían de ejemplo. Con una amiga, tuvimos unas vacaciones en las que recorrimos Polonia en autostop. En 1997. Sin miedo y ningún tipo de preocupación".
Ahora, dice que recordarlo hace que se le acelera el pulso. Por el riesgo que asumió por aquel entonces.
"Me quemé toda, al rojo vivo"
¿Y qué le ocurrió a Marimar? Dice que nos escucha desde un lugar con un tiempo maravilloso. En 1972 se fue con su marido de vacaciones. A Acapulco. Había unos paracaídas que arrastraban las barcas y subían por encima de los rascacielos. Se decidió. "No me dijeron que había que protegerse el cuerpo y fui en traje de baño. Me quemé toda. No tenía ampolla. Al rojo vivo. Y no me quedó ni una marca". No te pierdas la sección completa en el siguiente audio.
Por último, Felipe tiene una historia muy particular. "Tengo un compañero de trabajo y le pregunté por un sitio para ir con niños. Me dijo que la ruta de las siete pozas. Decidimos ir y bueno, después de una hora y media de camino con el coche, llegamos allí".
Se encontraron un puesto. Les dijeron que tenían que subir un poco de montaña. "Era precioso y mis niños no eran mucho de andar. 45 minutos sin parar de andar. A mitad de camino, uno se me tiró al suelo. Literal. Mi mujer me miraba de reojo", concluye en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.