Gay de Liébana: “El tiovivo de las pensiones”

El profesor José María Gay de Liébana analiza en 'Herrera en COPE' las claves económicas del día.

No hay semana que las pensiones no estén en el candelero. Si reforma por acá, por allá o por acullá. Que los acuerdos del Pacto de Toledo van en serio. Que si se posponen. Que si aquí decimos una cosa y luego desde Bruselas dirán otra o lo contrario. Que si revalorizamos pensiones según el IPC. Aunque el objetivo primordial hoy es el de retrasar la edad de jubilación haciéndola coincidir con la legalmente establecida, incentivar la demora en la jubilación y penalizar la anticipada y ampliar el período de cómputo para calcular la pensión que en 2022 será de 25 años y después, probablemente, más años todavía. De momento, en 2021 nos quedamos en el vacío con las aportaciones a los planes de pensiones cuya cantidad para reducir en el IRPF se limita solo a 2.000 euros, en vez de los 8.000, sin que se haya creado mecanismo complementario al respecto que fomente la útil herramienta de los planes de pensiones para completar la pública.

Con el apremiante asunto de las pensiones llevamos años con esa cantinela. Se han dado pasos adelante, luego se ha rectificado por la reacción de la sociedad y la voz reivindicativa de los pensionistas que con tantos millones de votos pueden decantar los resultados electorales de un lado o de otro. Y entre una cosa y otra, la casa sin barrer. No se trata solo de la suficiencia de las pensiones, sino de calibrar su sostenibilidad a futuro y si podrá seguirse manteniendo íntegramente una de las piezas claves del estado del bienestar. Acá tenemos un problema demográfico que incide en el sistema de pensiones. Más longevidad, envejecimiento de la población, descenso de la natalidad y la evolución de las rentas del trabajo que van disminuyendo los últimos años y, además, las amenazas sobre el empleo como consecuencia de los avances tecnológicos, la globalización, la propia crisis, los robots trabajando…