Naranjo III: "El PSOE pide que la estabilidad de España dependa de quienes quieren despiezarla"

A VER, ¿QUÉ HA PASADO CON CARMEN CALVO...?

Pues el primer clavo va envuelto en un “Madre mía”. Miren qué frase: “Tenemos que poner por delante a España, incluidos los partidos independentistas”. Éste es el elaborado argumento de Carmen Calvo para pedir el apoyo de Esquerra a Pedro Sánchez. Entiendo que no se lo crean, así que es mejor oírselo directamente a la vicepresidenta.

Es decir, el PSOE espera que la estabilidad de España dependa de los mismos que quieren despiezar España, tienen a sus líderes en la cárcel o huidos por ello y movilizan a una recua de encapuchados para forzarlo. Solo hay dos opciones: o la vicepresidenta les está a ustedes vacilando o no puede contar qué van a pactar para lograr esos votos y se limita a despistarles con la mayor gansada que tuvo a bien perpetrar. Es como decirle a un seguidor del Barça que le deje ganar la Liga al Real Madrid por el bien del fútbol. Disimule un poco, señora Calvo, por el amor de Dios.

EL SEGUNDO CLAVO DEL DÍA

Un clavo profundo para los ERES de Andalucía, tal vez el mayor caso de corrupción de la historia. Y mira que tenemos a Bárcenas, Pujoles, Púnicos y Urdangarines para elegir. Pase lo que pase con la sentencia, es incuestionable que se organizó desde las instituciones una trama para captar voluntades políticas con dinero público. Quizá eso explique que, con algunas de las peores cifras de paro, renta y fracaso escolar de España, en aquella bella tierra gobernaran los mismos tres décadas. Si el fallo es condenatorio, la pregunta es obvia. Si Sánchez echó a Rajoy por una sentencia que no le afectaba personalmente, ¿qué hará ahora él si se mancilla al PSOE en su conjunto?

Y EL TERCER CLAVO

El tercer clavo, indignado, es para esas publicaciones que han llamado “gorda” a Scarlett Johansson por una foto en bikini que lucía espléndida. Es como llamar enano a Romay o intelectual a Belén Esteban. Pero no pasaría de anécdota casi cómica de no ser por un detalle: simboliza la instalación en el subconsciente colectivo de un perverso canon de belleza que martiriza luego a millones de mujeres y de niñas. Llamar gorda a semejante bellezón es una campaña en favor de la anorexia. Y la anorexia mata.