Herrera, ante la situación económica: "El peor peronismo, el peor Gobierno, en el peor momento"

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!:

Puede que ustedes noten hoy una sensación de fresco. Si han salido a la calle en algunas ciudades, por ejemplo, en poblaciones de Castilla y León pueden encontrarse con 3º bajo cero, 4º bajo cero, en el mes de abril, en el primer día de abril. Puede que en algunas localidades del norte estén viendo nevar, norte de la Península, ahora mismo, en Canarias verán llover este fin de semana copiosamente y usted dirá: ¿pero esto es abril ? Esto es la primavera. Sí, sí, la primavera tiene estas cosas, tiene estas cosas que abren la puerta del norte, por ejemplo, a un viento que viene, que se cuela entre una borrasca que hay entre Gran Bretaña y un anticiclón en Italia, yo que sé, y por ahí hay un pasillo por donde viene el frío ártico. Dirá usted 'esto es frío polar'. No, no, no, no es polar, es ártico - ártico es un poquito menos que el frío polar, esto no es una Filomena, no es una cosa de esas-, no. También en Cuenca, en Albacete puede nevar, en Cataluña puede nevar incluso en algunos pueblos a la orilla del mar. Esto es el mes de abril. Bueno, bienvenido abril, empieza ahora mismo. Pero recuerden que es frío ártico, no es frío polar. Antes les decía la diferencia entre un jamón de bellota y uno de cebo, están los dos muy buenos, pero una es de bellota y el otro cebo; pues uno es ártico y otro polar. Consuélese pensándolo cuando salga hoy a la calle que esto no es frío polar es frío ártico.

Bueno, y hoy es el día de la fiesta de la gasolinera. Hoy es para ir a una gasolinera a ver, primero, sí han subido el precio un par de días antes de la gasolina y ahora el plan del choque del Gobierno queda en nada o en casi nada o si la gasolinera está cerrada porque muchos dicen: 'oiga vamos a ver, primero, tengo yo que financiar al Gobierno en esta decisión. Es decir, yo tengo que cobrarle 20 céntimos menos al señor que venga a poner la gasolina y esperar o hacer un ticket o juntar los tickets para que luego el Gobierno me dé a mí ese dinero. Que, hombre, evidentemente me lo dará, porque no no van a engañar, pero ¿cuándo lo hará?, ¿ tengo yo colchón para financiar esa operación?' Pues, a lo mejor, algunos sí y algunos no.

La chapuza económica del Gobierno

Esto es, esto es la chapuza económica del Gobierno del “salimos más fuerte”, ¿no? De querer arreglar el enorme problema de la inflación subvencionando los precios. O sea, qué es lo mismo que arreglar el paro contratando a más funcionarios. Es decir, ahora va a subvencionar la gasolina, pero le devuelve a usted 20 de los 90 céntimos que, previamente, le ha quitado el propio Gobierno a las petroleras, etcétera, etcétera. Primero le pongo los impuestos por las nubes y después, cuando he estado un año forrándome -por eso el déficit que es escandaloso es algo mejor de lo previsto-, yo les doy una pequeña limosna a ver si me lo agradecen con su voto y ya pagará el pufo alguien el día de mañana. Que es algo parecido a lo que ocurre con el gas. Aquí se han inventado eso de “la isla energética” en España y Portugal, que parece un concurso de famosetes en Telecinco (mi televisión favorita por cierto). Es otra milonga porque, miren, Europa ya aprobó el 8 de marzo el Plan Europower que permite a todos los países a tomar medidas como las que ahora presentanEspaña y Portugal. Porque Sánchez no logró que Europa topara el precio del gas ni que cambiara el sistema de cálculo del recibo eléctrico. Le recordaron que podía bajar impuestos, por ejemplo, el IVA al 4 % o reducir el de hidrocarburos o topar el precio del gas y compensárselo al sector de alguna manera y está en eso. Será con más subvenciones o apretándoles sus ganancias, pero lo justo para que no salgan corriendo a chivarse a Bruselas.

El resumen de todo es muy sencillo: tenemos el doble de inflación que Europa, mantenemos uno de los cinco esfuerzos fiscales mayores del mundo -digan lo que digan todos los cuentistas de Hacienda y los que le rodean-, diga lo que diga el comité de amiguetes expertos, este, expertos en tomarse el vermut con el Gobierno que monto para la reforma fiscal; arreglamos el paro o los sobreprecios con funcionarios o subvenciones y, mientras seguimos arriba del todo en deuda, desempleo, déficit, frustración, etcétera, etcétera. Y esto es lo que Sánchez quiere que apoye todo el mundo, agarraditos de la mano todos en el Congreso y de cabeza al barranco.

A Sánchez le han dicho que baje el IVA al 4 %

Miren, la inflación es una calamidad, empobrece de tal manera al país, que el país, si no cambian la ley y el Gobierno tiene que subir las pensiones tanto como haya subido el Índice de Precios al Consumo, es decir un 10 %, ¿saben lo que va a costar? Y cuando luego lleguen los funcionarios y digan ' oiga, los pensionistas está muy bien, pero yo también quiero ese 10 %' y, luego, haya que ajustar determinados, a través de negociaciones sindicales, determinado sueldos con un 10 %, es imposible, se acaba la moderación salarial...Entonces, sí que nos metemos en una espiral absolutamente demoníaca. Si crecen los precios no se consume igual, si no se consume igual no crece igual el PIB, si no crece igual el PIB se pierden puestos de trabajo, no se crea empleo. ¿Quieren que siga? Dicen, bueno vamos a hacer “pactos de la Moncloa”, muy bien, bienvenidos son, pero ustedes saben que los pactos y ese tipo de pactos de Moncloa, desde luego aquellos lo exigieron, requieren muchísimos sacrificios. Desde luego uno que para el Gobierno es una enfermedad que no puede asumir porque no está preparado para ello que es bajar el gasto público. Lo primero que hay que hacer cuando se firman ese tipo de pactos y bajar el gasto público, pero este Gobierno... Este Gobierno está en planes de choque como este plan de choque que es un plan de choque irrelevante en un país en el que tenemos el doble de inflación que la media de Europa, un crecimiento inferior y un mercado laboral sostenido por el empleo público.

Usted se pregunta y ¿por qué a nosotros nos pasa eso? Hay una cosa que se llama el Índice de Complejidad Económica que es el que mide la capacidad de exportación de un país y la fortaleza de las empresas de un país. España, en ese índice, ha retrocedido seis puestos, seis puestos, pues por falta de ayudas a empresas, por la alta fiscalidad, el aumento de los costes laborales, el daño de determinados sectores como sector del automóvil -que es el que tira de las exportaciones-, etcétera. Es decir, si tú tienes menor capacidad de exportar y tienes mayor dependencia de la importación, pues tú expones a tu economía a las fluctuaciones de los precios y eso está ocurriendo en España. Y diran ustedes, bueno, pues ahora el Banco Central, como ha hecho la FED norteamericana, habrá que subir los tipos de interés. Pues, los tipos de interés si suben encarecen el pago de la deuda, los préstamos personales, pero a lo mejor hay que hacerlo para enfriar esta inflación.

Bueno, en eso nos encontramos. Pero hoy cuando vaya usted a la gasolina, sepa que el diésel está a 1, 85 euros por 1,81 del precio de la gasolina, es decir, algo que era impensable no hace mucho tiempo. Y que tiene que haber alegrado al Gobierno porque una de sus fijaciones es arrinconar a los coches diésel que son, justamente, los que más han vendido los últimos años porque son los que menos consumen, los que tienen el combustible más barato. Esto a la izquierda cuqui le molesta porque es el coche que demoniza a la izquierda cuqui. ¿Quieren ustedes más alegrías para su su bolsillo? Bueno no, no le voy a dar más porque ya tiene para un feliz despertar.

Feijóo, si gana las elecciones, se va a encontrar con un país absolutamente devastado

Luego le hablaré del precio del gas y luego hablaremos de cómo está la deuda, cómo está el déficit y también les hablaremos del congreso que arranca hoy en Sevilla, Congreso del Partido Popular para entronizar a Feijóo. Feijóo, él sabe lo que le espera perfectamente, y Feijóo sabe que si mañana, pasado o el año que viene, gana las elecciones -solo o en compañía de otros-, va a encontrarse con un país literalmente hundido, al que tendrá que someter a una tremenda rigidez fiscal, de control fiscal de los gastos del Gobierno, de los ingresos, como ha realizado el Partido Popular en dos ocasiones anteriores que llegó al poder con Aznar y con Rajoy. Pero en esta ocasión se va encontrar un país -que le va a dejar este Gobierno- absolutamente devastado en todos los órdenes-. Y toda la golfería sindical, que está ahora mismo metida en un sarcófago, se la encontrará también despierta, convocando en la calle a todo el que pueda, para quejarse por lo que ustedes ya se pueden imaginar. Un país endeudado al 118 % con un 10 % de inflación y que mientras tiene un Gobierno que va regalando paguitas a los que cumplen 18 años para que le voten, para que vayan al cine. El peor peronismo en el peor momento, el peor Gobierno en el peor momento”.

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