Herrera desvela el regalo de Reyes que más le ha emocionado: "¡Para qué quiero más!"

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Mañana, 7 de enero, le habremos visto la espalda al rey Baltasar, que como los otros dos se ha dado un lote de trabajar esta noche y de desempolvar de toda la magia de la que son capaces, para poder cumplir su cometido en tiempos difíciles. Porque la pandemia se lo ha puesto difícil a los Reyes Magos. No han podido salir en cabalgata. Unas veces han llegado en globo y han sobrevolado las ciudades, otras veces han aparecido en imágenes... Aquel discurrir por las calles con cientos de miles de personas recibiendo caramelos no se ha dado.

Y luego, además, anda por ahí una borrasca llamada Filomena que va a dejar un manto de nieve en la Península Ibérica. Esta gente son magos pero también tienen frío, a pesar de que la capa de los reyes abriga mucho.

Tengo, creánme, hoy muy pocas ganas de hablar de la pandemia, de la vacuna, del ministro, de la pascua militar y de otras muchas cosas. A mí me gustaría hoy hablar de esas carreras alocadas por los pasillos en busca de la habitación o el lugar donde los Reyes han dejado algún regalito. Los Reyes son también sensibles a las crisis, ¿eh? A pesar de que sean magos. Pero siempre alguna cosa hay. Cuando he bajado al despacho para poder hacer el programa me he encontrado con tres calcetines maravillosos, uno de ellos con el escudo del Betis. ¡Para qué quiero más! Eso es síntoma de felicidad.

Todos los que tenemos memoria, nos acordamos de cuando nosotros también nos levántamos por la mañana e íbamos al lugar donde habíamos dejado los zapatos, la copita y el polvorón de la Estepeña a los Reyes Magos. ¡Y cómo corríamos! A mí tenían que atarme con dos correas porque desde las 4 de la mañana me quería levantar. Tenía que dormir una tía conmigo, que me decía que me quedara en la habitación porque a los Reyes les molesta que se les interrumpa en su trabajo. A las ocho de la mañana prácticamente están recogiendo y se están marchando a su casa. Por lo cual, niños y mayores, ponedme de fondo tranquilamente que yo os explico lo que pasa, pero vosotros disfrutad de lo poco o mucho que haya llegado. En cualquier caso, lo que haya llegado está cargado de buena ilusión y voluntad para todos. Ni el frío ni la pandemia han impedido a los Reyes Magos repartir regalos por las casas del país. Sin cabalgatas y con todas las garantías.

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