Herrera: "Y Sánchez se puso la cáscara de huevo en la cabeza para parecer Calimero"

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!:

Se acaba el mes de marzo del 2022, bajan las temperaturas, sigue lloviendo casi en toda España, prácticamente, en toda la Península y digamos que, especialmente, habrá hasta incluso aviso amarillo por nevadas en algunas comunidades del norte, la calima se queda en Baleares y para este fin de semana anuncía la gente del tiempo una especie de emboscada noruega, o finlandesa o lapona o no sé, mediante la cual van a bajar las temperaturas hasta ponerse a nivel de enero. No en todo el país, sensiblemente más a medida que se sube en la Península.

Y mientras tanto, aquí, la verdad es que no hablamos de otra cosa. ¿Y cuál es esa cosa? El estado de calamidad. ¿El estado de calamidad de quién? De usted y mío, de todos. ¿ Motivado por quién? ¿Motivado por Putin, por el gas, por el petróleo, por la inacción de un Gobierno que llega tarde y mal a las cosas? Un poco de todo, pero ese estado de calamidad se resume, finalmente, en una cifra: 9,8 . ¿9,8 qué es? 9,8 es el déficit más alto desde hace cuarenta y pico de años, perdón, el IPC más alto, el Índice de Precios al Consumo, la inflación más alta en muchísimos años que nos hace qué, nos hace perder renta y ahorros. Saque la calculadora, las familias han perdido en su conjunto 16.700 millones que estaban en los bolsillos y, que como si se tratara de magia negra, se han evaporado. El euríbor, por cierto, sigue subiendo, ya ha encarecido las hipotecas variables 187 el euros año. La recuperación económica estaba aquí. Después de la pandemia eesto iba a crecer decía el Presupuesto y, dice todavía el Presupuesto de España, un 7% y los que osaban cuestionar ese pronóstico del sanchismo eran antipatriotas, cenizos, ultraderechistas y todo eso.

Mencionar la bajada de impuestos al sanchismo es mencionar a la bicha

¿Por qué tenemos la inflación más alta de la Unión Europea cuando hay otros países que dependen mucho más del gas ruso que nosotros? Nosotros tenemos gas argelino y además somos potencia regasificadora, es verdad; el gas que llega en barcos licuado lo podemos transformar en el gas que utilizamos para nuestra vida diaria. Pero eso tampoco se lo podemos vender a nadie ni dar a nadie porque no tenemos comunicación tecnológica, canalización para llevarlo fuera a Francia y de Francia hacia arriba. Tampoco le gustaba a este Gobierno eso. Hasta ayer no superaba Bégica con un 9, 5 % por el 7,6 % nuestro, pero ya saben que, ahora, estamos en algunas comunidades por encima del 10 % -los dos dígitos temidos-. Tienen los alemanes mucho más dependencia que nosotros del gas ruso y ellos están 2,5 puntos por debajo de nosotros. Bueno, saben ustedes que el Gobierno ha presentado un plan de choque, el plan de choque no consiste en ayudarle a usted bajándole los impuestos. No, porque si a usted le baja los impuestos, si a las empresas le baja los impuestos, los costes laborales que le permitan más agilidad, competitividad y otras cosas, el Estado recauda menos dinero y, por lo tanto, tiene que hacer un ajuste del gasto público. Eso en el sanchismo, en el socialismo, es mentar la bicha. Bajo ningún concepto y lo escudan todo en que, entonces, perderíamos estado del bienestar cómo si ahora tuviéramos mucho estado del bienestar, estado de bienestar de unos cuantos, claro, de algunos sobre todo.

Bajar el precio de la gasolina veinte céntimos significa que usted paga 15 a través de lo que ha pagado ya de impuestos y 5 las petroleras. Ahora, reducir gastos del Estado, en absoluto, lo que hace que todo el plan llegue mal y tarde.

Y Sánchez se puso la cáscara de huevo en la cabeza para parecer Calimero

Ayer se presenta en el Congreso, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno que, lógicamente, no ha invadido Ucrania ni ha creado el coronavirus, pero que está ahí, precisamente, para amortiguar el golpe que ambas circunstancias le suponen a una sociedad y a una economía, prácticamente disfuncional, como es la española. ¿Ha bajado impuestos, ha bajado una de las cinco mayores presiones fiscales, esfuerzos fiscales del Mundo como es la española? No, no, no, no, ni mucho menos. No ha hecho nada de lo que, en un principio, sí se ha hecho en otros países. Todos tenemos dificultades, pero créanme que los españoles, curiosamente en Europa, sufrimos más dificultades que todos los demás. Hemos perdido 100.000.000.000 en ahorros, lo que usted tiene guardado en el banco hoy vale el 10 % menos que hace exactamente un año.

Bueno, el Gobierno va a tener problemas con esa subida del IPC en qué, pues en pagar las pensiones porque como aquí se indexó el IPC a las pensiones -tanto como suba la carestía de la vida subirá su pensión-, lógicamente, las pensiones más bajas, en las más rácanas, eso es una importante ayuda, pero también hay pensiones de 2.000 € en España. Y el Gobierno se va a ver obligado, quiera o no, a retocar alguna de esas cosas y, ¿qué es lo que pide Pedro Sánchez para que eso sea, hombre, más llevable y soportable? Unidad. Es el momento de la unidad. El momento de la unidad de quien ha despreciado, literalmente, a la oposición; de quien no ha consultado absolutamente nada ni negociado absolutamente nada con nadie. Porque, oiga, mire, para reclamar unidad tú tienes que contar con los de enfrente; primero decirles la verdad y segundo, hombre, respetar algún tipo de procedimientos. Tienes que negociar y rectificar y no ser solamente un cínico que lo que buscas es sumisión, nada más que sumisión. Ayer le faltó ponerse la cáscara de huevo en la cabeza para parecer Calimero pidiendo un poquito de cuartelillo porque a su pobre sanchidad solo le suceden desgracias.

Hasta una calima, que ya lo del polvo sahariano es lo que nos ha matao, la gota que ha colmado el vaso de la economía española, el polvo sahariano, no me digan ustedes. Pues el cogió su mascarilla dorada como si fuera el Rey Midas y exigió unidad, el mismo presidente que ha ninguneado, totalmente, no ya a la oposición, incluso a los socios parlamentarios. Ayer les obligó a leerse deprisa y corriendo el Boletín Oficial del Estado con las medidas que había decretado para exigir inmediatamente que le apoyaran. ¿160 páginas de un plan económico que sale a las 8:00 de la mañana para un pleno del Congreso que comenzaba a las 9:00 ?

La última ocurriencia del Gobierno

¿Qué es lo que ayer se le ocurrió al Gobierno? Acomodar el racionamiento en los supermercados en caso de escasez, es decir, habilitar al supermercado a decirle a usted 'no se lleve tres botellas aceite puede llevarse una' (porque los hay que no tienen mesura, vamos, que no van a tener tiempo de beberse todas las cajas de leche que tienen en casa). Pero fíjense que no deja de ser paradójico que este Gobierno tan rumboso, ¿verdad ?, sea el que ande cavilando cómo habilitar el racionamiento de las tiendas. Además de todo ello, se habló del asunto sahartiano, si quieren ustedes ahora le damos una vuelta y lo dejó, bueno, en eso, en 15 minutos, para que alguien en fin, para que él se crea, también, que todos le apoyan en ese volantazo en el caso del Sáhara, que ni siquiera una decisión que puede ser sensata históricamente, ni siquiera la toma bien. Todo lo hace tarde y mal. Hay que tener mucho mérito, mucho merito”.