Barbosa: “El tiempo dirá si toda esta relajación de protocolos empeora o no las cosas”

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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible ‘Herrera en COPE’ en este jueves 30 de diciembre de 2021.

Nos han plantado aquí delante un reloj con la cuenta atrás y resulta que a este 2021 le quedan sólo 40 horas. Es decir, que de aquí a 40 horas muy mal tenemos que estar para que no saquemos ni que sean doce segundos para tomarnos las uvas.

Otra cosa, como decíamos a las 6, son las circunstancias en las que cada uno se pueda tomar mañana esas uvas, porque es verdad que si el año empezó filoménico, está terminando bastante orteguiano. De hecho, si al maestro Ortega y Gasset le hubiera tocado lidiar con este panorama, seguramente, con el platillo de uvas en la mano y un cierto aire intelectual, hubiera dicho: “Yo soy yo, y mi pandemia”.

Pues eso, que lo mismo usted, y Dios no lo quiera, hoy da positivo y mañana se suma a la larga lista de los confinaditos que tienen que estar pensando “menos mal, que esto de ómicron no iba a ser gran cosa, menos mal”.

Miren, de todo lo que dijo ayer Pedro Sánchez en su balance de fin de año, lo más pegado a la realidad es que la pandemia lo ha acelerado todo. Tanto, que se ha tenido que espabilar hasta la Comisión de Salud Pública.

¿Se acuerdan de lo que ha costado siempre que la Comisión de Salud Pública tome una decisión peliguada? La vueltas y vueltas que le daban a las vacunas. "No, ésta para los de 50, no para los de 70, no sé, tampoco… Vamos a dejarlo para la semana que viene” Y pasaba el tiempo hasta que decían, bueno, pues únicamente para los de 60 años. O a cuenta de la tercera dosis nos anunciaban: “hoy la Comisión de Salud Pública puede que apruebe la vacunación de la gente de 40 años”. Y luego resulta que salían de la reunión, pero sólo habían aprobado la vacunación de los de 50: “No, es que el resto de grupos, lo seguimos analizando y tal y cual”.

Que, oye, no lo estamos criticando, las cosas que tienen que ver con la Salud, bien está que se analicen con detenimiento.

REDUCCIÓN DE CUARENTENAS

Pero por eso, precisamente, llama tanto la atención, o es tan significativo, que a la Comisión de Salud Pública, que es un órgano a caballo entre lo sanitario y lo político, le haya entrado tanta prisa, de repente, para tomar una decisión tan importante como es acortar la cuarentena de los contagiados asintomáticos, a tan solo 7 días.

Y lo ha hecho incluso, con la opinión en contra de la ponencia de alertas, que es más puramente científica y que abogaba por mantener las cuarentenas de 10 días y no hacer cambios en plena explosión de contagios, sin al menos estudiarlo con más detenimiento.

Pero, estando como estamos, ayer 100.760 contagios en 24 horas, la Comisión de Salud Pública decidió ponerse del lado de las autonomías que habían reclamado acortar las cuarentenas para aliviar el caos de la atención primaria, y todo el follón de la logística social y laboral que tenemos encima.

Así que, cuando ya por la tarde se reunió el Consejo Interterritorial de Salud, que es donde se reúnen los políticos que están al frente de Sanidad y las autonomías, pues lo tenían hecho para ratificar la decisión. Con lo cual, a partir de hoy mismo, los que den positivo por covid, y no tengan síntomas, solo deberán guardar 7 días de cuarentena.

El que hoy dé positivo, si no tiene síntomas, y al cabo de una semana sigue sin síntomas el próximo jueves ya puede volver a circular por esos mundos de Dios, sin necesidad de hacerse ninguna prueba. Que tiene su miga, porque el que dio positivo ayer va a estar más días confinado que el que dé positivo un día después, pero en esto, como decía Pablo Iglesias, estamos cabalgando contradicciones.

Miren, aquí estamos en el tesitura que ya planteábamos en el día de ayer. Si tú le preguntas a un virólogo o a un profesional de los laboratorios que realizan PCR te van a decir que gente que a los 7 días sigue dando positivo, y no solo positivo por carga residual sino, positivo de positivo de “este señor todavía contagia” de esos, a puñaos los ven cada día.

Lo que pasa es que esos mismos virólogos y esos mismos técnicos de laboratorio te reconocen que está siendo tal el tsunami de positivos y de pruebas requeridas estos días que aquí ya no se da a abasto. Es que si nos planteáramos hacer una PCR de confirmación de fin de cuarentena para cada positivo, casi que no hay logística ya para realizarla. Es que, como se descuiden, empiezan a faltar los reactivos y los plásticos que hacen falta en los laboratorios.

Es decir, que se confirma que ómicron nos ha llevado a un escenario de “aquí, de perdidos al río”. Es decir, que nos ha pillado el toro y ahora nos estamos escondiendo a gatas en el burladero. Aprovechando que ómicron, afortunadamente, es más leve y, por lo general, es infecciosa por menos tiempo.

¿Conclusión? Que cada uno se autogestione, aumentando más si cabe la responsabilidad individual porque ahora, con este panorama, toca hacerse un poco los suecos con las protocolos y los tiempos de aislamiento que serían recomendables en una situación medio normal.

Porque ahora la tentación de algunos cuñados en Nochevieja será decir: ah, pues mira, los científicos han confirmado y demostrado que el covid, si no tienes síntomas, está curado en 7 días. Así, en general.

Y no, por desgracia, esto es mucho más complejo. Pero, repetimos, es tan grande el cacao que se ha montado, no por la situación de los hospitales, pero sí por la transmisión del virus, que aquí hay que hacer de la necesidad virtud. Y si ómicron se empieza a desarrollar antes, pero también parece cursar, por lo general, un poco más rápido que otras variantes, pues nos agarramos a eso para limar un poco las cuarentenas sabiendo, eso sí, que estamos asumiendo un riesgo.

Un riesgo, que debería ser controlado, que se podría minimizar todo lo posible, si somos conscientes de por qué se están tomando realmente estas decisiones sin caer en las simplificaciones del cuñado ni ponerse demasiado tiquismiquis, en el jaleo que tenemos montado.

De hecho, el propio Pedro Sánchez ya ha dado a entender, a su manera, que todo lo que se está haciendo, y sobre todo lo que no se ha hecho hasta ahora, lo mismo no es lo mejor en el plano sanitario, pero que se necesita también preservar la economía y la salud mental del personal. Si le llegan a decir a Pedro Sánchez a finales del año pasado que iba a terminar este 2021 haciendo suya la filosofía pandémica de Isabel Díaz Ayuso, le pinchan y no sangra. Pero, ciertamente, la pandemia es muy juguetona para este tipo de contradicciones.

Así que ya lo saben los positivos asintomáticos sólo deberán guardar 7 días de cuarentena y, ojo, los no vacunados que hayan sido contacto estrecho de un positivo, tampoco deberán guardar una cuarentena más allá de los 7 días.Recuerden que, ya se decidió en su momento que los que tengamos la pauta completa nos libramos de cuarentena aunque hayamos sido contacto estrecho. Eso sí, tratando de ir con cuidado y de irse haciendo pruebas, en la medida de lo posible.

Así que nada, el tiempo dirá hasta donde llega esta ola de contagios, menos grave pero mucho más escandalosa y si toda esta relajación de los protocolos (casi que forzada por las circunstancias) empeora o no las cosas.

Los colegios, por cierto, vamos a ver qué pasa con ellos, porque deberían empezar el 10 de enero pero hay convocada una reunión el día 4, entre Sanidad y Educación y Universidades para ver qué se hace. Tiene pinta de que, al menos, una parte de los alumnos, pueden volver a un sistema telemático o semi-presencial. Cuando los chavales pillaron las vacaciones hace unos días, había 547 brotes en colegios de toda España. Madrid, de hecho, ya trabaja en dos escenarios diferentes, pero, de momento, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, dice que la intención es mantener las clases presenciales.

Claro, no cerrar otras actividades, reducir los aforos deportivos pero sin cerrarlos y luego sí coger y cerrar los colegios sería una medida poco coherente, sobre el papel.

Sanidad y autonomías acuerdan reducir la cuarentena de los positivos por coronavirus a siete días

EL BALANCE DEL AÑO DE PEDRO SÁNCHEZ

En fin, decíamos que Sánchez ha hecho balance del año y una cosa que repitió mucho es que, a pesar de todo, estamos mejor que hace un año.

Qué técnicamente es verdad, porque peor que hace un año es casi imposible. Pero ayer era un papelón tener que salir a hacer un balance triunfalista, si presides al país de la OCDE que peor lleva la recuperación económica y que el día que vas a hacer balance se ve obligado a anunciar que no se vale hacer cuarentenas tan largas, que la gente se está contagiando mucho y se está colapsando todo, por culpa de una variante que, según decíamos, iba a ser una nota a pie de página.

Así que, como en Moncloa no las tenían todas consigo de que el mensaje triunfalista calara mucho pues, por si acaso, sólo se permitió preguntar a medios de comunicación que, siendo muy respetables, no destacan por ser los más críticos o combativos contra el gobierno.

¿Y a partir de ahí? Como la economía y la pandemia se te han chafado, pues te refugias en lo que sí puedes vender. Por ejemplo, haber aprobado los presupuestos en tiempo y forma lo que, según insistió mucho, le permite acabar la legislatura.

Claro, aquí habría que empezar a recordar a nuestros políticos, en general, que la aprobación de los presupuestos en sí mismos no debería ser por lo que deberían ponerse la medalla. Aquí, la medalla debería ser para el que, pasado un año, pueda demostrar que sus presupuestos fueron buenos para el país y se cumplieron, sin aumentar la deuda desbocada.

Y luego está lo de dar por seguro que acabará la legislatura. Pues esa puede ser la voluntad. Luego la pandemia, la economía y las próximas citas electorales dictarán sentencia en uno y otro sentido porque Sánchez sabe que se la juega en las urnas autonómicas de 2022.

Bueno, también tuvo, cómo no palos para la oposición. Comprensión para los separatistas catalanes, pero dejándoles caer que la mesa de negociación lo mismo se retrasa por la pandemia.

Y lo de la luz, eso ya fue lo que nos dejó muertos mataos. Que siete de cada diez familias van a pagar más o menos lo mismo, así que eso compensa a las tres que se fastidian, lo cual, a las tres que se fastidian, seguro que el planteamiento les da mucho consuelo.

¿Cómo era eso que tanto nos repiten? Ah sí, que nadie se va a quedar atrás.

Bueno, pues 2022 seguramente será un año que dictará sentencia sobre el futuro de este gobierno. El gobierno que, ya no tendrá a Iglesias, que sigue cabalgando contradicciones.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno

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