Carlos Herrera: "Leonor se convirtió en la joya de la Corona de España"

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Señoras, señores. Me alegro. Buenos días.

Son las ocho de la mañana de un día en el que la gente tiende a levantarse un poco más tarde, porque es un día feriado y sobre todo, porque ayer muchos con el disfraz de mamarracho de estos días se lo pasaron en grande. Vestidos de zombie, la mayoría por las calles. Igual todavía hay alguno que se está recogiendo, pues quién sabe, quitándose el ojo de plástico y estas cosas tan agradables.

Hoy es día para echar un vistazo, es un día para muchas cosas, hoy es un día, seguramente para acordarse, para que cada uno se acuerde de sus difuntos. No dejo de olvidar aquello que le decía mi tía Gracia a mi tío Pedro, que era enterrador del cementerio de San José. Y le decía: Federico, tómate el café y vete con tus muertos.

Pues hoy es el día de que cada uno se acuerde de sus muertos, en el mejor de los sentidos. Que la memoria funcione, visitar los cementerios y tantas otras cosas.

Y es un día para echar un vistazo al día de ayer y ver que ayer fue un día de contrastes. Por un lado, en la liturgia, la utilidad, el sentido profundo, la juventud, todo eso colocado en una coctelería, saldría una pócima que efectivamente revitaliza la historia de España, que era el compromiso de la princesa Leonor con la Constitución, es decir, con nosotros ante la soberanía popular. En un acto con todo el boato necesario y con alguno que otro de esos detalles que ya sabemos, se desmenuzan hasta lo mínimo.

Que si la princesa miró hacia arriba diez segundos o un segundo antes de mirar hacia abajo y luego giró la cabeza y mientras sonreía, la madre o el padre le brindaba... Todos estos escudriñadores de detalles que hacen que cuando tú protagonizas uno de estos actos, o lo haces perfecto o al día siguiente, encuentran explicación a cualquier cosa.

Ayer coincidía primero que el que sacaba adelante o creíamos o vendía que sacaba adelante su investidura era Sánchez, que probablemente el ocho o el nueve, ya veremos lo que dice la Mesa, proceda a todo ello. Porque la amnistía ya la tiene cerrada con la Esquerra y parecería que el de Waterloo está por la labor después de las dos visitas que le han realizado (le han realizado varias más), pero dos de fotografía:

La de la vicepresidenta Yolanda Díaz y la de este grupito del PSOE, el otro día con la fotografía de la urna, etcétera. Puigdemont renuncia a todo lo demás, porque en un principio era la amnistía, pero también quería relator, el referéndum de independencia y todo eso.

Pues probablemente, a mí me dicen que todo está cerrado, cerrado, cerradísimo. Es verdad que todo lo anterior eran condiciones previas y hasta ahora solamente ha salido la amnistía. ¿Quiere eso decir que en la semana que queda todavía hay que hacer alguna gestión más con Puigdemont? No lo sé, es probable. A mí me da la sensación de que todo está más o menos muy cerrado.

Pero en cuanto a lo de ayer, verán ustedes, lo de ayer son de esos actos en el que uno añora una España mayoritariamente constitucional, en la que el entendimiento de los dos grandes partidos permita que lo demás, los 57 que apoyan a Pedro Sánchez, de los que sólo fueron tres al acto de ayer, sean simplemente una anécdota en la historia y no como eran ayer, querían ser, pretendían ser protagonistas.

[Escucha el monólogo completo de Carlos Herrera]

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