'Herrera en COPE'
Herrera: "Sánchez cuenta con el apoyo de los herederos de ETA y de los golpistas"
Madrid - Publicado el - Actualizado
6 min lectura
Señoras, señores, me alegro, buenos días:
Hace 60 días que vivimos el Domingo de Resurrección, y cuando pasan 60 días del Domingo de Resurrección, es decir, cuando es el primer jueves tras el noveno domingo después de la primera luna llena de primavera en el hemisferio norte, es el día del Corpus. Exactamente hoy. Uno de los tres jueves que relucen más que el sol. Y este, no crean, va a relucir en bastantes lugares. Esta mañana de Corpus especialmente vigorosa, luminosa, hermosa, festiva, religiosa, cultural, tradicional en localidades como Toledo, espectacular que, además, hoy día de Castilla-La Mancha, especialmente coincide con la celebración de la comunidad. En Granada su fiesta, su gran fiesta, su gran Feria del Corpus. En Sevilla y otros muchos lugares.
En este día en el que... Bueno, todo eso a lo que dedicaríamos seguramente algunos minutos, queda tapado por la moción de censura. Fíjese que hay noticias hoy deliciosas para entretenerse. Esta que mi amigo Rafael Cuiña me manda de la portada del 'Progreso de Lugo' que titula: “Investigada una jueza de Lugo por echar las cartas del Tarot”. La magistrada de un Juzgado de Vigilancia cobra entre 15 y 20 € por sesión, y el Consejo General del Poder Judicial fue alertado de que reparte octavillas por la calle. Ella le decía en una sesión: “Mira, te bcolocas una vela ahora al llegar a casa, la enciendes con una cerilla de madera, luego otra dentro de 15 días, y una más el día en que tengas el juicio”. Claro, con extra poderes, así cualquiera.
ESCUCHA AQUÍ EL ANÁLISIS COMPLETO DE HERRERA EN ESTE JUEVES 31 DE MAYO
Bueno, pues una sentencia de un juez. Hombre, no voy a decir que echara las cartas, pero como el juez De Prada, una sentencia con una frasecita absolutamente excedida y excesiva de su propio coleto y con toda la intención política, ha servido para que se forme el revuelo que se ha formado y hoy se debata una moción de censura de la que ahora, si quieren ustedes, les hago algunas apreciaciones interesantes.
Miren ustedes, una moción de censura la presenta alguien que quiere ofrecer un programa y ganar la confianza de la Cámara. No se hace para derribar un gobierno, se hace para formar un nuevo gobierno. El problema que tiene Sánchez, que tiene más probabilidades de ganar la emoción que de perderla, es que va a recibir apoyos de los que hace 2 años también quiso recibir pero su partido no le dejó. Hace 2 años Pedro Sánchez intentó formar también una mayoría. Esa mayoría llamada Frankenstein, y eso le costó su puesto en el partido. Vamos, le tiraron por la ventana literalmente. Ahora vuelve a hacerlo, el partido no dice nada, asistente expectante, y Sánchez cuenta con el apoyo de los que hasta hace 4 días, por ejemplo, llamaba Le Pen. Lo mejor de cada casa: Bildu, los herederos de ETA; Esquerra Republicana, el partido que ha protagonizado una rebelión y un intento de golpe de Estado; Junts per Fricandó, el partido de Le Pen español, como le llamaba Torra, el partido del fugado Puigdemont, el partido que ha estado... En fin, el supremacismo en general. El único normal es el de Nueva Canarias. Y, luego, necesita los votos del PNV.
¿Y el PNV qué va a hacer? Amigo mío, si yo lo supiera. Hará lo que le convenga a él, no lo que le convenga ni al país, ni a... Lo que le convenga al PNV. ¿Y qué le conviene al PNV? Hombre, primero, que se pongan en práctica los presupuestos que ha probado con Rajoy y que, la verdad, suponen unas inversiones en infraestructuras y directas, contantes y sonantes, muy importantes para la Comunidad Autónoma Vasca. Es decir, que no llegue Sánchez diciendo ahora: “Estos presupuestos son antisociales y al carajo”. No, no. Adelante sus presupuestos, al menos lo que me toca a mí. Y, segundo, no le interesa que le identifiquen como el partido que ha salvado a Rajoy de ser removido de su cargo. Con lo cual, tiene una notable tentación a decir que sí. Si, además, consigue que el que va a sustituir el Gobierno de Rajoy, es decir, Sánchez, no convoque elecciones inmediatamente como le exige Ciudadanos y como le han exigido hasta hace 4 días Podemos, mejor que mejor, porque lo que no le interesa al PNV son nuevas elecciones. Así que, eso le inclina a votar más que sí que votar que no. Pero, oiga, hay varias almas en el PNV: la pragmática, la nacionalista, la aranista, la … Y veremos cuál es la que domina a cuál. Hasta ahora ha dominado la pragmática. Veremos.
¿Esto a qué nos lleva? A la incógnita de que si gana... Bueno, incógnita, incógnita para algunos. Si gana Sánchez la moción, difícilmente va a haber elecciones anticipadas. Ese si llega se queda. Vamos... Y, además, no se queda solo. Se queda con Podemos, que hasta ahora estaba diciendo que no. Bueno, no querían saber nada. Simplemente, se llegaba a Sánchez y convocaba elecciones. No, ahora Podemos ya no dice eso. Ahora Podemos dice: “No, no. Queremos entrar a formar parte de su Gobierno”. Y si quieren entrar a formar parte de su Gobierno es también para quedarse. Es decir, mañana, pasado, el lunes, podría estar en Moncloa un señor con un ansia infinita de alcanzar el poder, formando un gobierno de coalición o apoyado por la extrema izquierda de Podemos, por el cuentista este que ayer también montó su numerito lacrimógeno en el Congreso, y apoyado por toda la excrecencia política del independentismo, de Bildu y demás, que, hombre, algo querrán a cambio. No creo que este les haya prometido nada. No lo creo. Pero algo le pedirán a cambio. Y van a estar ahí más de dos años.
Y algunos dicen: “Bueno, pues...” Pero esto tiene fácil solución: Que dimita Rajoy ahora y se paraliza la moción de censura. Ay, almas cándidas. Si dimite Rajoy ahora, efectivamente se paraliza la moción. Pero eso no quiere decir que mañana Soraya o quien fuera, fuera nombrada presidente del Gobierno y continúa el mismo gobierno con otro. No, no, no. Hay que someterse a una nueva investidura. Proponemos, el Partido Popular propone a Menganito. Bueno, pues Menganito se tiene que someter a una nueva investidura, y esa investidura es más fácil para Sánchez que la moción de censura porque no necesita 176. No necesita los votos del PNV. No necesita la mayoría absoluta. Le basta la matoría simple. Es decir, si Rajoy se va, se lo pone aún más fácil.
Sánchez ha hecho un Puigdemont, es decir, yo tiro para delante y a ver quién me dice que no. Seguramente, nadie de los que le apoya le quiere a Sánchez, pero no se atreven a decir que no porque lo contrario es que estás apoyando a Rajoy. Y, esto, hombre... No es para quitar a Rajoy, es para ponerse a él.