

El primer sonido del día de CARLOS HERRERA
"Borrar mensajes, cambiar móviles y hacerse los desentendidos... Sánchez Acera y García Ortiz coinciden en su modus operandi"
Carlos Herrera repasa los principales titulares en el primer sonido del día que marcarán la actualidad de este jueves 13 de marzo de 2025
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Señoras, señores, me alegro, buenos días.
Son las 6 de la mañana, las 5 en Canarias. Es jueves, 13 de marzo de 2025. Hoy se va alejando la borrasca Konrad, que cada día parece cambiar de nombre, pero sigue siendo más o menos lo mismo: cielos muy nublados y lluvias en muchos puntos de la península. Las temperaturas bajan en la mayoría del país. En días como estos, se demuestra que el clima se vuelve más extremo: lo mismo pasamos de una sequía pavorosa a un episodio de lluvias absolutamente inusual. De esto hablaremos hoy en COPE, en la sección especial dedicada al cambio climático.
En COPE.es ya se puede consultar el informe COPE con los últimos datos conocidos sobre este asunto. Bueno, ¿qué hacemos? Demos primero un vistazo, un paseo por el exterior.
Y en el paseo por el exterior, como ya decíamos ayer, estamos a la espera de Vladimir Putin. ¿Aceptará los 30 días de alto el fuego que ya ha aceptado Zelensky? Tal y como lo ha diseñado Trump, los norteamericanos no han puesto ninguna objeción. Es una gran pregunta. Trump ha comenzado a presionar un poco a Rusia, diciendo esas cosas que dice él: "Tomaré medidas financieras que pueden hacer mucho daño a Moscú", y tal y cual. Pero, hasta ahora, Trump se ha comportado como el mayordomo, el embajador o el representante de Putin en la Tierra. Y claro, Putin se ha venido arriba. Ahora mismo, la atención está en la región de Kursk, una zona de Rusia donde habían entrado los ucranianos. Los rusos han conseguido expulsarlos, aunque parece quedar alguna unidad táctica aislada, pero después de ocho meses, aquello era una pequeña deshonra. Atentos a la pantalla por lo que pueda ocurrir en las próximas horas.
Lo que está en todo lo alto —y de qué manera— es la guerra comercial, esa guerra que desató el presidente de Estados Unidos colocando aranceles aquí y allá sin ton ni son. O, bueno, con ton ni son según se mida, pero aplicándolos incluso a socios con los que tiene firmados determinados tratados, como Canadá y México. Ayer, las bolsas mundiales se recuperaron un poco, aunque la única que cerró en rojo fue precisamente el IBEX 35, pero el panorama sigue siendo bastante sombrío. ¿Por qué? Porque Trump amenaza con subir otra vez la apuesta, es decir, aplicar más aranceles, en represalia por los aranceles que le han impuesto a él. No sé si me explico: estas espirales nunca se sabe cómo acaban y alguien, al final, tiene que pinchar esa burbuja.
Lo más reseñable es que Canadá y la Unión Europea no se han achantado ante los aranceles de Trump. De hecho, hoy los analistas siguen estudiando los aranceles por 45.000 millones de dólares que han impuesto a los productos estadounidenses, tanto por parte de Canadá como de la Unión Europea. Hoy se destaca mucho en todos los medios que son aranceles "quirúrgicos". ¿Qué significa eso? Que van a doler particularmente en algunos estados norteamericanos, principalmente de voto republicano, como Alabama, Kansas y Nebraska. ¿Por qué? Porque Bruselas ha diseñado aranceles sobre productos específicos como el bourbon, los pantalones Levi's o las motos Harley-Davidson. Estas últimas, ya caras de por sí, ahora serán aún más costosas, lo que beneficia a sus competidores.
A esto se suma que los canadienses han impuesto aranceles sobre ordenadores, calderas, material deportivo, acero y aluminio. El golpe para Trump puede ser importante, porque muchos inversores y empresarios ya le están pidiendo que afloje con la guerra comercial. Veremos cómo evoluciona esto. Como les digo, alguien tiene que pinchar la burbuja en algún momento, porque si no, entramos en esa espiral de "yo subo porque tú subes, y tú subes porque yo he subido", y nunca se sabe cómo termina.
Y en España, ahí está Pedro Sánchez buscando fondos donde pueda, revisando los bolsillos de todos los trajes que tiene colgados en La Moncloa, a ver si encuentra algo suelto. Hoy recibirá en La Moncloa a diferentes líderes o portavoces de grupos parlamentarios, excepto a Vox, porque para él, los tres millones de españoles a los que representa Vox no merecen absolutamente ninguna atención ni respeto institucional. Este personaje es así y no va a cambiar.
Fíjense ustedes: a Feijóo le va a dedicar el mismo tiempo que a Bildu, el partido heredero de ETA. Feijóo, que es el único que le puede sacar las castañas del fuego, recibe el mismo trato. Sánchez está deseando que Feijóo le diga que no, para así sacar adelante las cuentas del Parlamento como sea y luego poder decir: "Ya saben ustedes, la derecha y la otra derecha, bla bla bla".
Es un paripé, una pantomima propia del personaje. No ha convocado al PSOE ni a Sumar, porque se supone que Pilar Alegría ya ha dicho que están de acuerdo con el gasto militar. Esto es falso. Ayer, aquí, escuchamos a Antonio Maíllo, líder de Izquierda Unida, diciendo claramente: "Por encima de mi cadáver". No al gasto militar. Y los ministros de Izquierda Unida ya tienen maneras de evidenciar su posición en el Consejo de Ministros.
Sánchez dejará pasar la oportunidad de llegar a un acuerdo de Estado con el Partido Popular. Y ahora tiene que buscar dinero. Ayer fue a Finlandia. La visita le salió mal. ¿A qué fue a Finlandia?
Se alimenta la teoría de que busca que Bruselas ponga dinero comunitario. Pero, al final, ¿de dónde sale ese dinero comunitario? No es que Bruselas lo fabrique: viene de los estados miembros. O sea, Sánchez espera que Bruselas le salve la papeleta, como hizo con la pandemia y los fondos europeos. Va de listo, intentando embaucar a los demás. Ayer les dijo a los finlandeses: "No es para mí, es para vosotros, que os veo muy pobres".
¿Resultado? Los finlandeses no son tontos. No pides dinero de Bruselas porque tengas estima por ellos o porque creas que, pobrecitos, están cerca de Putin. Lo haces porque esperas que también te caiga algo a ti. Al final, volvió sin que el ministro finlandés le comprara la idea.
Por otro lado, ayer hubo declaraciones sobre el caso de la filtración de datos confidenciales del novio de Ayuso por parte de la fiscalía, que ha confirmado que todo apunta a una clara intencionalidad. El antiguo secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, se hizo el despistado.
Muy reveladora fue Pilar Sánchez Acera, exjefa de gabinete del jefe de gabinete de Moncloa, quien tenía el informe confidencial de la fiscalía sin motivo alguno. ¿Cómo lo obtuvo? Ella dice: "Me lo dio un periodista". ¿Qué periodista? "No me acuerdo".
Poco a poco, se va configurando un patrón común entre todos estos implicados: borrar mensajes, cambiar móviles y hacerse los desentendidos. Vamos a ver cómo sigue avanzando esta investigación.