Ayestaran, desde Kiev: "Convivieron 7 días con los cadáveres de sus vecinos porque no les dejaban enterrarlos"

El enviado especial a la capital de Ucrania relata en Herrera en COPE las historias que está dejando la invasión rusa del país

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Ayestaran, desde KIev: "Convivieron 7 días con los cadáveres de sus vecinos porque no les dejaban enterrarlos"

Beatriz CalvoMaría Bandera

Publicado el - Actualizado

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Ucrania afronta la jornada número 36 de la guerra. A la espera de lo que este viernes los equipos negociadores de Ucrania y Rusia retomen las conversaciones de forma telemática, la última noticia es que Rusia ha decretado un alto el fuego en Mariúpol para poder evacuar civiles. Las informaciones sobre si Moscú está cumpliendo su promesa de retirarse del resto de Ucrania para centrarse en el este son de momento contradictorias. Por lo pronto, se han producido ataques en ciudades donde se suponía que se iban a retirar.

"Hay que tener mucha cautela con los anuncios que llegan desde Moscú, vamos a esperar a ver los hechos", ha advertido en 'Herrera en COPE'. el enviado especial a Kiev, Mikel Ayestaran. "Mariúpol es la zona cero, el lugar más codiciado por los rusos por su posición estratégica. Vamos a ver si finalmente logran salir los civiles que están allí atrapados. Dijeron que iban a cesar drásticamente la actividad y está siendo todo lo contrario".

En el frente de Irpin, a unos 8 kilómetros al noroeste de Kiev, "también ha habido bombardeos contra centros comerciales y escuelas. De momento, el anuncio que dio en Estambul no se ha cumplido y lo de Mariúpol está por ver".

Si hubiera caído Irpin, los rusos probablemente habrían entrado ya en Kiev

Y es que la invasión de esta ciudad parece clave en el avance hacía Kiev, la capital. "Si hubiera caído Irpin, los rusos probablemente habrían entrado ya en Kiev". Sin embargo, explica "los rusos se replegaron el domingo de sus barrios después de tres semanas allí".

Irpin, señala Ayestaran que ha visitado la zona, "era un sitio muy bonito, de casas con jardín". Allí pudo conocer algunas de esas historias que hielan la sangre. En una de sus comunidades, "cuando empezaron los combates murieron cinco vecinos y durante 7 días los tuvieron en el jardín porque no les dejaban enterrarlos". Finalmente, relata "pudieron llevarlos a un bosque y cuando llegaron se dieron cuenta de que estaba minados". Son "testimonios de gente que ha visto la muerte con sus propios ojos".

Aunque las negociaciones parezcan avanzar, hablar de normalidad "parece exagerado" aún. "La ciudad sigue siendo fantasma, pero se van abriendo ventanas mínimas, como los mercados. Los agricultores pueden volver a la ciudad a montar sus puestos como lo hacían antes, hay reencuentros con sus clientes de toda la vida, cada venta era un abrazo emocionado, son personas deseosas de tener un poco de calor humano".

En cuanto a los refugiados -4 millones según el último dato de Naciones Unidas- han salido en su mayoría "a través de la frontera con Polonia". De ellos, "la mitad son niños", según Unicef. "La cifra de desplazados internos es de 6 millones, por tanto, las personas que han tenido que dejar sus casas se acercan ya a los 10 millones".