Carlos Canales: “La victoria en Lepanto fue como una borrachera inmensa colectiva”
Escribe "Gloria Imperial" sobre la batalla de Lepanto
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Han pasado 450 años de la batalla de Lepanto, y los historiadores Carlos Canales y Miguel del Rey han publicado “Gloria Imperial”, un libro que aborda las causas y las consecuencias que la batalla tuvo en el devenir de la historia. “Algunas personas han tenido razones en minimizar esta batalla, por razones políticas que afecta principalmente a historiadores franceses”.
Lepanto es sin duda una de las batallas navales más importantes de la historia de la humanidad, en número de combatientes y de bajas... Más de 400 galeras y casi 200.000 hombres se enfrentaron en una lucha que mostró el poder de la artillería europea sobre la marina otomana. España, Venecia y los Estados Pontificios formaron una alianza para enfrentarse a la armada turca y detener su avance. “Ambas flotas estaban equilibradas”.
El Imperio otomano eran principalmente arqueros “son un pueblo de arqueros montados y confiaban ciegamente en su eficacia”. Pero perdieron, “todos los caballeros nobles tenían armaduras a medida y esto le quitaban efectividad a las flechas porque no conseguían perforar”. Y es que los Infantes españoles estaban muy preparados: combinaban el uso de armas de asta, como picas y alabardas, manejaban la espada y las armas portátiles de fuego, que fueron esenciales para la victoria cristiana.
“Lepanto es una cosa anómala en la historia de la Humanidad”, asegura Carlos Canales en Herrera en COPE y Álvaro de Bazán “el mejor de los marinos que ha tenido España”.
Hubo 30 mil muertos en la batalla naval, sin contar con los prisioneros. La religión fue un factor importante pero no el único “nosotros pensamos que fue un enfrentamiento económico”, pues se jugaban el destino de las generaciones siguientes. Francia lo gestionó “de manera terrible”, porque cuando vencen los cristianos “Francia mantuvo una falsa neutralidad”. Un escenario épico, que fue muy importante y que tiene su protagonismo en “Gloria Imperial”. La victoria fue “como una borrachera inmensa colectiva”.