Seguro que en alguna ocasión has ido a un restaurante y te han puesto un plato de croquetas congeladas, independientemente de lo que pusiera en la carta. En España no hay ninguna forma de regular la información que un bar o restaurante debe ofrecer a sus clientes.

En Francia, hasta ahora, tampoco existía, pero esto va a cambiar. A partir del año que viene, según explica la corresponsal de COPE en París, Asunción Serena, los restaurantes franceses van a tener que detallar en sus cartas si los platos que ofrecen se elaboran o no en sus cocinas.

"Desde 2014 existe ya un logo de 'hecho en casa', aunque casi nadie lo utiliza porque no es obligatorio. Lo que quiere el Gobierno es invertir la situación y obligar a los restaurantes que sirven productos industriales a que indiquen en la carta que no está hecho en casa y así proteger a los consumidores y el buen nombre de la gastronomía francesa", comienza recordando la periodista.

Añade que, "hacer la comida en casa implica tiempo, espacio y personal, además de conocimientos para controlar ese sabor. Desde la Unión de Oficios e Industrias de la Hostelería, la transparencia es una buena medida frente a la competencia y la uberización del sector, aunque ahora hace falta que se pongan de acuerdo sobre hasta qué punto hay que indicar si está hecho en casa o no cada uno de los elementos utilizados en la elaboración del plato".

¿Es posible regular los productos caseros y los industriales en los restaurantes en España?

¿Es posible que esta medida llegue a España? ¿Cómo sería su acogida? Alberto Herrera ha preguntado por esta cuestión a uno de los mejores embajadores de la comida española fuera de nuestras fronteras, el chef José Andrés.

En primer lugar, el experto recuerda que "el año que viene son los Juegos Olímpicos en Francia y van a llegar turistas de muchas partes del mundo", por lo que está justificado que tengan un interés especial en su gastronomía. "Yo creo que todo lo que sea fomentar lo que se hace en los restaurantes y en las casas de comida está bien, pero también tenemos que ser un poquito pragmáticos, no hay que llevarlo a los extremos. Al final, el consumidor sabe cuando una cosa está rica y cuando no", añade en 'Herrera en COPE'.

"Tenemos que tener en cuenta que puede haber algún restaurante que a lo mejor por tamaño y por espacio en ese mismo local no esté produciendo esos platos tradicionales y típicos y tengan una cocina satélite, en ese caso, ¿no se le va a poder permitir al restaurante decir que realmente es algo casero? Creo la iniciativa es buena, pero repito, tampoco tenemos que llevarlo de ninguna manera a los extremos", añade el chef. Ha insistido en que "está bien fomentar lo local, lo casero", pero al mismo tiempo no está de acuerdo con "imponerlo a todo o nada".

Las croquetas en los restaurantes

En este punto, se ha fijado en algunos productos de carácter industrial cuya relación calidad precio "no está nada mal". Proliferan por ejemplo croquetas, que pueden llegar ya hechas al restaurante, a falta de freír por multitud de motivos, como puede ser la falta de mano de obra, de espacio, o "porque es un buen producto que se compra y se sirve y tiene una muy buena calidad igualmente".

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Por tanto, José Andrés concluye que la medida que busca aplicar Francia "es buena idea, pero tenemos que ser cuidados porque hay productos que estamos comprando, que son de una calidad increíble y no hacen que tu cocina sea menos casera".