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El día que el actor José Luis Gil se presentó a sus vecinos como presidente de su comunidad, pensaron que estaba de broma. Fueron 6 meses y asegura “fue muy aburrido, éramos pocos vecinos y no teníamos grandes problemas”. Ahora, está inmerso en “Cyrano de Bergerac” en el Teatro Reina Victoria de Madrid. Un personaje muy exigente, y una obra “que tendría que estar permamentemente en cartel”.El texto le enamoró con solo 13 años, mientras estudiaba Arte Dramático, y ahora son siete actores los que se desdoblan para dar vida a todos sus personajes.
En la vida artística de José Luis Gil, han sido clave su abuelo y su hermana. “Mi abuelo me inculcó la lectura porque le veía leer, y mi hermana me llevaba a los castings donde buscaban niños.” Y así no ha parado de leer, entre otras cosas los guiones de “La que se Avecina”, que asegura que siguen sorprendiéndole: “Admiro a los guionistas, siempre leo con ganas de saber qué giro habrán inventado”.
Lo que a lo mejor inventa el actor, es el tiempo libre, porque tiene la agenda muy apretada, y una vocación frustrada: la de músico. “Tengo cinco guitarras eléctricas y una acústica en casa, y no he conseguido desarrollarme”.
Después de junio, empezará una nueva gira por España. Un Cyrano, de nariz prominente, al que solo nos resta vivirle en el teatro.