El chef cuya imagen abatido ante su negocio se ha hecho viral: "Lo peor es no saber cuánto va a durar esto"
Su negocio en Zaragoza ha tenido que volver a echar la persiana ante la segunda ola de la pandemia. Su imagen es de absoluta desesperación
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La foto protagonista desde ayer es la de José e Iván, seguro que la has visto. Ambos aparecen sentados a las puertas del restaurante Bodegón Azoque, en Zaragoza. José, uno de los propietarios del establecimiento, coge por el hombro a Iván, el chef, en un gesto de consuelo.
Con el paso del nivel de alerta tres por coronavirus en Aragón, ha vuelto la prohibición de atender en el interior de bares y restaurantes. Una medida que afecta de lleno al Bodegón Azoque, y que es el motivo del desánimo que muestran los protagonistas de la foto. Su restaurante no tiene terraza, por lo que no podrán abrir hasta que se levante la restricción.
José Fontanelles ha pasado por los micrófonos de ‘Herrera en COPE’. Asegura que no esperaban la repercusión de la fotografía. “Las redes sociales no son lo nuestro, teníamos solo 400 seguidores en Instagram. Cuando colgamos esta foto meditando mucho el texto, nos levantamos el lunes viendo que había dado la vuelta al mundo. Es una foto inocente”, asegura.
La instantánea la tomó un camarero del restaurante. Una parte del comentario con el que acompañaron la publicación, decía lo siguiente: “Ojalá podamos volver a nuestro oficio, nuestra pasión, nuestra vida diaria en breves, pero no un 70 % como anuncian, si no todos y volvamos a ser los de siempre, los que abrimos un hueco de nuestra casa para que la gente pueda compartir sonrisas, momentos inolvidables y placeres”.
El propietario del establecimiento ha confesado que “es un poco desesperante la incógnita de no saber cuánto va a durar” esta situación. Además, siente miedo “porque si ha habido un segundo cierre, puede haber un cuarto o un quinto”. Ante esto, explica que cualquiera que tenga un negocio tiene “un fondo económico con el que cuenta”, pero no se trata de un colchón eterno. “No sabes hasta dónde vas a poder llegar”, sentencia.
Justo delante del establecimiento, hay dos plazas de aparcamiento para minusválidos, lo cual hace difícil instalar una terraza. Además, José e Iván son conscientes de que no funcionaría por el perfil de cliente que tienen: “Son clientes que quieren estar en un sitio interior, un sitio reservado”.