Mario Vaquerizo: “Estoy abierto de orejas”

Desde el tocadiscos de la tienda de ropa donde trabajaba su tía Elena, empezó a descubrir la música.

Siempre quiso parecerse a Jon Travolta, e incluso en una ocasión logró llevar un tupé como él, con agua y mucho jabón de manos. Pero ahora lleva el pelo largo.¡

Aunque se sabía todas las canciones de Grease, una canción que escuchó por la radio, ya avecinaba que tendría gustos diferentes.

Le hubiera gustado ser bibliotecario, pero estudió periodismo con matrícula de honor y antes de trabajar en un canal de televisión, se fue a una discográfica y terminó trabajando para un fancine, porque es de los que opinan que “en la vida hay que estar para hacer de todo”.

Es de la época de los Kiss... pero para él una estrella del rock, puede ser también Ana Torroja o Lola Flores. Al menos así lo quiere reflejar en un libro de cuentos: “Cuentos para niños rockeros”, porque a él la música le gusta, y punto. “Aunque a los papis hay que educarles de vez en cuanto, es cierto que soy un poco despropositao”.

Criado en el matriarcado, escuchaba la radio junto a su abuela Luisa y se sorprendía de todas las canciones que iba descubriendo. “Mi concepto del rock es una actitud frente a la vida y cualquier persona que lucha por conseguir lo que quiere”. Por eso en su libro de cuentos hay sitio para Bimba Bosé: “era rockera porque se buscó la vida”. Lo mismo que David Bowie: “es un extraterrestre y ha sido dueño de su vida hasta el final”.

Él sigue siendo un niño rockero o mejor dicho: “una Nancy rockera”, porque la niñez, no porque cumplas años, tiene que desaparecer.