Va a Murcia en furgoneta, le para la Guardia Civil y alucina por lo que lleva en el maletero, lo mejor del año

No te pierdas los momentos más destacados que ha dejado la temporada en 'Herrera en COPE'

Va a Murcia, le para la Guardia Civil y alucina por lo que lleva en el maletero, lo mejor del año

Redacción Herrera en COPE

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Hay una sección por excelencia en 'Herrera en COPE'. Ese ratito en el que charlamos con los 'fósforos', nuestros oyentes más fieles. Cada día les lanzamos una serie de preguntas y, a partir de ahí, comparten todo tipo de anécdotas. Lo cierto es que siempre es un placer escuchar a los que se encuentran al otro lado de la radio día tras día. Por eso es una sección tan necesaria y tan querida por todos.

En este caso, recogemos un gran relato de un 'fósforo' que se ha convertido en uno de los contenidos más destacados del año de 'Herrera en COPE'

La pregunta, ya te adelanto, daba para mucho. Les preguntábamos lo siguiente: ¿Qué les ha ocurrido en los controles policiales? Lo que le ocurrió a Rodolfo, el oyente al que hacíamos referencia, es algo que no olvidarán jamás.... por lo surrealista de la situación.

El caso es que, hace 35 años, iban de Villarrobledo a Murcia. En la furgoneta llevaban un Cristo para que lo restaurasen.

Lo taparon con una sábana. Y, de repente, se toparon con un control de la Guardia Civil. Al mirar por el retrovisor, veo a los agentes levantando la mano un poco alterados. Bajamos la ventanilla, y nos preguntaron qué teníamos nosotros ahí. El agente pegó un salto para atrás. Y ya, cuando se acercó un poco más, pues vio lo que era".

Control Guardia Civil

Francisco es otro oyente que también nos hizo reír mucho con su testimonio. Contaba que es policía en una capital de provincia de Andalucía. Y le ha pasado de todo. Afirmaba que recuerda "cientos de anécdotas. Una de ellas, en un control de alcoholemia, estábamos aparcados en batería. Deteníamos a dos vehículos y nos topamos con un positivo por alcohol de una chica. Le dijimos que podía llamar a alguien y evitar que viniese la grúa para llevarse el coche".

Seguía explicándonos que esa chica "llamó a un amigo que había estado de fiesta con ella. Hizo un giro brusco. Frenó casi para chocarse. Le hicimos también la prueba. Y al final el segundo tuvo que llamar a un tercero. No sabía qué decir". No te pierdas aquí la sección al completa con estos testimonios tan divertidos y particulares.

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Escucha aquí las anécdotas que han vivido nuestros fósforos con controles policiales

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"Le dijeron que estaba detenido porque parecía una bomba"

María Eugenia, por otra parte, aseguraba que su marido vivió lo siguiente en marzo de 2003. Como tres-cuatro días antes de la guerra de Irak. "Él es herrador de caballos. Nosotros fuimos a una de las ferias ecuestres más grandes de Europa, en Düsseldorf. Uno de los que iba con nosotros echó a la maleta un producto y en el control de seguridad del aeropuerto empezó a poner caras raras. Al final, llegaron policías con ametralladoras. Le dicen que estaba detenido porque parecía una bomba".

Manipularon el producto de todas las maneras y "al final él acabó cabreado. Vieron que no era una bomba. Al final, me llamó y me contó toda la historia".

Por último, Juan Lucas también respondió a nuestra pregunta y no dejó indiferente. Llamaba desde Extremadura, es agricultor, y en los 90 "tenía a mi novia (ahora mujer) en Don Benito. Jugó el Real Madrid - Atlético de Madrid. Me tomé una cerveza, dos copitas y unas patatas con alioli. Dejé a mi novia en casa y, al llegar, había un control de alcoholemia de la Policía".

No tenía ni idea de cómo se hacía. El agente le dio todas las indicaciones. "Me ponen la boquilla y soplo. Le sale 0,47 al Guardia Civil, al explicarme, porque no sabía. Yo sudando y todo. Estaba ya malito. Total, que al final soplo. Y me sale 0,38. Y yo acabé contento porque me salió menos que al agente".