El motivo por el que el precio de la sandía se ha disparado y qué hacer para ahorrar
Tanto las sandías como los melones son frutas que se han visto afectadas fuertemente por la inflación
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Si hay una fruta que apetece en verano es la sandía. Una fruta fresca, jugosa y económica, al menos lo era hasta ahora. Y es que tanto el melón como la sandía han incrementado su precio en las últimas semanas. Un incremento que vivimos en toda la cesta de la compra, a la hora de poner gasolina y en general en cualquier actividad que suponga un gasto corriente y que se haya visto por la inflación que está azotando a gran parte del mundo y en especial a nuestro país.
¿Qué ha pasado con el precio del melón y la sandía?
El caso es que la sandía ha pasado de costar 20 céntimos el kilo a 72 céntimos el kilo, un incremento espectacular que también se ha dado en otra fruta muy veraniega. El melón, por ejemplo, ha pasado de costar 33 céntimos el kilo, hasta ahora que cuesta casi un euro.
¿Cuál es la alternativa? Pues para poder evitar esta subida de precios en algunas de las frutas más populares de la temporada veraniega, lo que están haciendo muchos consumidores es optar por otras alternativas. Esta subida de precios hace que compremos otras frutas más baratas a pesar de no ser de temporada, como la banana o la manzana, por ejemplo, que han mantenido un precio más razonable.
Cabe entonces preguntarse, ¿a qué se debe ese incremento de los precios? Se lo hemos preguntado en COPE a Juan Pedro Gil, gerente de la Sociedad Corporativa del Campo de Villaconejos, que produce 7.700 toneladas de melones al año y conoce como nadie la cadena de producción de estas frutas y los detalles de por qué el precio se ha disparado tanto en melones como en sandías. Unas declaraciones que puedes escuchar en el siguiente audio:
Los sindicatos apuestan por subir 10 puntos (o más) los impuestos a eléctricas
Los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, han considerado hoy que aplicar una subida de diez puntos en el impuesto de sociedades a las eléctricas está bien, aunque es una medida que se queda corta.
Ambos líderes sindicales han participado en el Curso de verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander. Para Álvarez, lo "razonable" sería calcular el margen de beneficio que tienen las eléctricas como consecuencia del sistema de tarifas del país y el excedente "que es pura usura" se la devuelvan a los ciudadanos mediante una tasa impositiva.
Si este cálculo implica una subida de 10 puntos del impuesto de sociedades, "me parece bien", aunque de entrada vaticina que es una medida que se quedará "corta", ha dicho. "No estamos hablando de beneficios legítimos¡, sino de usura", ha apuntado el líder de UGT, que considera que, frente a esta situación, el Gobierno tiene la obligación de actuar".
En España, según ha opinado, "más pronto que tarde tiene que haber una empresa de producción de energía", teniendo en cuenta que lo que "nos liberará de la dictadura de las eléctricas" que "están robando a los ciudadanos". Sordo también se ha referido sobre esta posible subida de impuestos a las eléctricas y ha apuntado que es más adecuado hacer una reforma fiscal "más integral" que aborde este asunto de forma más coherente.
No obstante, ha opinado que "la situación de emergencia que vivimos en este momento con estos precios disparatados obliga a hacer medidas de este tipo". Aunque en materia fiscal prefiere "ver la letra pequeña", a priori un recargo de 10 puntos sobre los beneficios de las eléctricas es perfectamente "razonable", aunque él iría más allá.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, había defendido hoy que es de "justicia" que las grandes eléctricas "paguen una mayor parte" en impuestos porque han tenido más beneficios y ha abogado por implementar este recargo tributario al inicio del próximo ejercicio fiscal, que arranca el 1 de enero. Montero, con ello, ha discrepado con los detalles de la propuesta de la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, de fijar un recargo de diez puntos sobre el impuesto de sociedades -que tiene un tipo del 25 % salvo para banca y petroleras, que es del 30 %-.