'Herrera en Cope'
Premio Cervantes: "La Iglesia y los empresarios tienen una gran responsabilidad para instaurar la democracia en Nicaragua"
Sergio Ramírez ha manifestado que uno de los motivos que lo llevó a abandonar la vicepresidencia del país fue la “cerrazón ideológica” del Frente Sandinista y el “indeseado alineamiento” con la Unión Soviética
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Las promesas incumplidas de la Revolución Sandinista han llevado a esta situación”. Con estas palabras el escritor y expresidente de Nicaragua, Sergio Ramírez, se ha pronunciado este martes en 'Herrera en Cope' sobre la convulsión política que vive el país. Apenas 24 horas después de que haya recibido el premio Cervantes, el máximo galardón que conceden las letras españolas, el intelectual ha emplazado a las empresas privadas y a la Iglesia a que se coordinen con los estudiantes y trabajadores para instaurar “la democracia”. Aunque la reforma de la Seguridad Social haya sido revocada, ha dicho que los agentes sociales no deben limitarse a "discutir los porcentajes" que quieren imponerse a las clases populares.
Ramírez, que comenzó su discurso dedicándole el reconocimiento a los jóvenes que están luchando contra el régimen de Daniel Ortega, ha señalado que uno de los motivos que lo llevó a abandonar la vicepresidencia del país después de participar en la revolución contra los Somoza fue la “cerrazón ideológica” y el “indeseado alineamiento” de Nicaragua con la Unión Soviética en el epílogo de la Guerra Fría.
A este respecto, ha dicho que finalizada la revolución, el Gobierno, “en lugar de entregar las tierras a los campesinos, promovió que la propiedad debía ser del Estado y que tenían que vivir en comunidades”. Después, el “Frente Sandinista siguió por rumbos que no eran éticos al disponer de bienes del Estado por parte de particulares”, además de instaurar “un proceso electoral” fraudulento. A su juicio, eso les ha permitido perpetuar el poder con la única salvedad de los años en que Violeta Chamorro ocupó la presidencia del país.
El nuevo premio Cervantes ha señalado que actualmente “el Gobierno tiene el control de las universidades y las autoridades académicas”, por lo que él sufre “un veto para hablar en las aulas”. Pese a ello, ha dicho que la revolución estudiantil ha puesto de manifiesto que “la mayoría de la gente quiere vivir en un régimen democrático y libre”.
Aunque ha reconocido que no ha recibido mensajes de felicitación por parte de sus ex compañeros, hoy gobernantes del país, ha señalado que “ha habido unanimidad al sentir orgullo y alegría por este premio que se concede a la literatura y a la cultura del país” por medio de su obra.
Sergio Ramírez también ha señalado que siente una profunda admiración por su compatriota Rubén Darío, “un gran escritor que supo devolver la lengua renovada del continente americano a la península".