¿Puede España ser la gran puerta de entrada del gas norteamericano en Europa?

Nuestro país tiene una gran capacidad de almacenamiento y regasificación

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¿Puede España ser la gran puerta de entrada del gas norteamericano en Europa?

Redacción digitalPilar Abad

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

En estos tiempos en los que solo pensamos en cómo ahorrar en la factura del gas porque los precios están por las nubes, hay que destacar la situación de España. Porque nuestro país podría ser clave en la nueva estrategia para que Europa deje de depender del gas de Putin.

Europa depende del gas y del petróleo de Rusia para calentar sus viviendas, hacer funcionar su industria y transporte, y mantener el ritmo de su día a día. Por eso, cuando comenzó la invasión de Ucrania, el mundo puso toda su atención en las consecuencias que la guerra podía tener para el sector energético.

La Unión Europea importa más del 40% del gas que consume desde Rusia. De hecho son seis países los que limitan con Rusia, dependen al 100% del gas ruso y otros 12 lo hacen en un 70%.

Gonzalo Escribano, investigador Principal y director del Programa de Energía y Cambio Climático, del Real Instituto Elcano nos cuenta que “ahora mismo nosotros tenemos aproximadamente155 DCM que estamos importando de Rusia de unas infraestructuras muy grandes, básicamente gasoductos y también de petróleo oleoductos” por lo que “no podemos mañana cerrar todo eso y empezar a importar de otros sitios porque no tenemos tubos, ni los metaneros, ni la capacidad de producción para sustituir de hoy para mañana esa cantidad tan grande de gas”. Y es por eso por lo que hay miedo al desabastecimiento de gas

SOLUCIONES

Y ¿qué están haciendo los países para solucionar esto? Pues, tal y como nos dice el experto del Real Instituto Elcano, en el corto plazo poco se puede hace, aunque se puede intentar que Noruega mande un poco más, que Argelia mande un poco más, traer más gas natural licuado que se pueda, que es lo que están haciendo todos los países e intentar rellenar las existencias de cara al invierno que bien”.

Una situación que, en palabras de Escribano no debería suponer una sorpresa para nadie porque, tal y como nos dice el experto, Europa arrastra 3 grandes problemas desde hace mucho tiempo que son “la sobredependencia de Rusia, no hay interconexiones ni integración regional digna de tal nombre en la UE y cuando Rusia el 1 de enero de 2006 corta el gas a Ucrania, en aquel momento la UE se tendría que haber tomado la cosa más en serio”.

España presenta una situación completamente distinta. Cada vez que encendemos la caldera, los fuegos de la cocina, etc; ese gas n viene de Rusia. Nuestros proveedores son otros: principalmente Estados Unidos y Argelia. or tanto, aquí n tenemos ese miedo al desabastecimiento.

Y, precisamente para reducir la enorme dependencia que tienen muchos países del gas ruso, Joe Biden, el presidente estadounidense, quiere ampliar ahora un 68% más el suministro de gas que llega a Europa, lo que permitiría a otros países como Italia o Alemania no depender de Rusia.

ESPAÑA: LA GRAN PUERTA DE ENTRADA DEL GAS NORTEAMERICANO EN EUROPA

Y España, aquí, puede jugar un papel fundamental. Un papel clave para en un futuro convertirse en la gran puerta de entrada del gas norteamericano en Europa. Para muestra un botón: sólo en los meses de enero y febrero las importaciones de este combustible de Estados Unidos, se multiplicaron por 6 con respecto a los primeros meses del año pasado.

Pero, ¿por qué España se puede convertir en una pieza clave para dejar de depender del gas ruso? La primera clave y más importante es por la capacidad que tiene de almacenamiento y regasificación.

España tiene 6 plantas de regasificación activas y esto nos convierte en el país de Europa con más instalaciones industriales de este tipo y el que más capacidad de almacenaje y conversión de gas tiene.

Un dato muy llamativo si lo comparamos con Francia. Allí solo hay 3 regasificadoras. Un país que tiene mucha mayor producción energética que nosotros y, por supuesto, mucho mayor consumo.

España aquí tiene mucha ventaja. Ahora bien, el papel estratégico de nuestro país se debe a que es el mayor exportador de gas natural licuado de la Unión Europea, lo que llamamos GNL. Es gas convertido al estado líquido Y, para trasportarlo hay que licuarlo, y transportarlo en los famosos barcos metaneros.

¿Cómo se convierte el gas en líquido? Pues a base de frío, hay que enfriarlo a una temperatura de 160 grados bajo cero. ¿Cuál es la ventaja? Pues que ocupa hasta 600 veces menos, por lo que puede transportarse más fácilmente.

Una vez en el país de destino, se almacena y cuando es necesario se devuelve a su estado original. Este último proceso, la vaporización, se hace a través de las plantas regasificadoras. Por eso, insistimos, es tan importante que España cuente con 6 porque incluso puede actuar como mediador con otros países.

Hablamos de posible intermediario porque ya hay un primer proyecto para exportar gas a Italia. Uno de los países que más depende de Rusia. Por ello, también se han comenzado a trabajar en una ruta alternativa al Midcat con Francia para tratar de ampliar la capacidad de entrada de gas a Europa. La ruta posible iría desde Barcelona hasta Génova para poder facilitar el tránsito con rapidez del gas hacia el corazón europeo.

Pero como asegura el investigador “eso será dentro de 3-4 años cuando se construya esa Midcat”. Y es ahí donde está el problema, porque España tiene una gran capacidad para almacenar el gas, pero no existe una infraestructura suficiente para exportarlo.

Es decir, España tiene más gas del que necesita, pero no tiene capacidad para enviarlo a los vecinos europeos por la falta de interconexiones.

Actualmente España dispone de los gasoductos de Larrau e Irún, con una capacidad anual de unos 8.000 millones de metros cúbicos. Insuficiente para enviar el gas que Europa puede llegar a necesitar si busca esquivar el que le llega desde Rusia.

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