En 'Herrera en COPE'

"Todos tenemos pánico a que nos entierren vivos"

Es lo que ha estado a punto de pasar con un preso de la cárcel de Asturias al que los médicos dieron por muerto y recuperó la conciencia momentos antes de la autopsia.

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Luis Mayedo, médico forense: "Es algo muy inusual que se de por muerto a alguien que está vivo"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Si viste 'Buried', recordarás la angustia que sufría Ryan Reynolds cuando se despierta en el interior de un viejo ataud de madera y que contaba como única forma de ser rescatado con un teléfono móvil con escasa cobertura y batería.

Este relato de ciencia ficción ha podido ocurrir en Asturias este domingo 7 de enero cuando un interno de la prisión de Asturias al que los médicos dieron por muerto recobraba el conocimiento después de trasladarle al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia.

El preso había sido encontrado en su celda, inconsciente, durante el recuento diario de internos. Los médicos que en esos momentos se encontraban en el centro penitenciario le dieron por muerto, al igual que hizo después el médico forense de la comisión judicial por lo que el juez de guardia autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado al instituto de medicina legal para que se le practicara la autopsia. Fue en el depósito de cadáveres cuando varios funcionarios se percataron de que el preso parecía roncar e incluso moverse, por lo que inmediatamente dieron aviso a los servicios sanitarios, que lo trasladaron al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). 

El preso, un hombre de mediana edad, se recupera de lo que podría ser un episodio de catalepsia en el centro hospitalario, donde está en observación, bajo custodia de agentes de la Guardia Civil.

En 'Herrera en COPE', el médico forense y delegado de Asisa en Madrid, Luis Mayedo, asegura que lo ocurrido "es algo muy inusual, esto ocurría antes, siglos atrás, cuando los métodos diagnósticos no eran tan claros ahora es muy difícil que ocurra" y ha podido suceder por varias causas, "habría que valorar si era un paciente con algún problema neurológico, si habría alguna intoxicación por medio, si había algún problema farmacológico de carencia de alguna medicina o de tomar alguna medicación, algún síndrome de abstinencia, se deben haber dado varías de estas circunstancias. También es cierto que no siempre se puede hacer una prueba, un electrocardiograma, a todas las personas, por ejemplo en su casa o en el centro penitenciario".

Recuerda el doctor Mayedo que muchas veces, en personas que viven en la calle con el frío intenso, "ha habido casos, no es que sea frecuente, que llega el SAMUR y ve a una persona que parece que ha fallecido porque todas las constantes vitales están ralentizadas por el frío y puede parecer que no están funcionando, que están paradas de forma definitiva y están paradas de forma temporal, pero parece que está muerto porque hay apariencia incluso de que no hay latido ni pulso y que no respira porque la respiración es muy leve. Pero para enterrar a un muerto hay que esperar 24 horas que salvaguarda esta situación".

"Un caso de estos da mucho juego para hacer literatura y hacer programas y hablar de ello, y sobre todo, porque da miedo, hay pánico entre los ciudadanos a que a uno le entierren vivo, es una cuestión que nos pone a todos de los nervios" dice el médico forense que recuerda como "los faraones ya se enterraban con vivos y con víveres por si no estaban tan muertos. Hay enfermedades neurológicas que pueden causar una circunstancia así, pero ahora el médico forense también dispone de documentación, de una historia clínica a la que se puede acceder y hay señales de alarma para un forense".

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