Una madre con dos hijos: "Mi hijo tenía el pelo del mismo color que los piojos y no había manera de verlos"
Los has tenido en la cabeza muchas veces y, seguramente, te has topado con ellos en tu vida, ya sea por tus hijos o por tus sobrinos
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Los has tenido en la cabeza muchas veces y, seguramente, te has topado con ellos en tu vida, ya sea por tus hijos o por tus sobrinos. Hablamos de los piojos. Se trata de una escena que, como mínimo, se presenta una vez en cualquier familia española. Los niños empiezan a rascarse de manera insistente. Además, se trata de una lucha sin cuartel que puede durar hasta semanas.
Los piojos son parásitos que se adhieren al cuero cabelludo, son muy difíciles de detectar en sus primeras fases: apenas miden 2 o 3 milímetros. Ángela es madre, tiene dos hijos, y ha vivido este problema: "Yo me di cuenta de que mis hijos tenían piojos después de terminar el curso, se ve que los cogieron unos días antes. Y cuando yo descubrí que tenían piojos se me cayó el alma a los pies, porque sabía que el procedimiento, el que yo conocía, era muy farragoso". Y no es para menos, porque eliminarlos no es tarea fácil, debido a que se propagan con una gran facilidad. Además, esta madre sabía que como uno de sus hijos cogiera piojos, el otro no tardaría en caer: "Mi hija tenía el pelo muy oscuro y se veía muy bien tanto el piojo como las liendres. Lo malo es que el chico tenía el pelo del mismo color que los piojos y no había manera de verlos", ha asegurado.
Pero, ¿por qué van a las cabezas? El doctor y titular del departamento de microbiología y parasitología de la Universidad complutense de Madrid, Francisco Ponce, explica que esto ocurre porque los piojos "se alimentan de sangre. Lo que hacen es picar para que salga un poquito de sangre, que es la que ellos se beben".
Además, hay una costumbre muy extendida entre los jóvenes que explica la proliferación de los piojos entre los adolescentes: los selfis. Esto facilitan el contagio de estos parásitos, porque al hacerse este tipo de fotos los jóvenes juntan las cabezas, y con esto los piojos tienen vía libre. Y es por esta razón que Ángela (otra Ángela, no tiene nada que ver con la madre), quien tiene un centro de eliminación de piojos en Valencia, cuenta que la mayoría de los clientes que tiene ahora no son niños, sino adolescentes, mayoritariamente chicas de pelo largo.
Hay un mito muy extendido de que saltan de una cabeza a otra, pero resulta que no es así. Francisco Ponce explica que los piojos "no tienen capacidad de salto. La transmisión es por contacto entre cabezas, o bien a través de objetos, como pueden ser pañuelos, bufandas, gorros u objetos que la gente que suele compartir", y que, como no, tocan la cabeza o el pelo.
El 60 por ciento de los hogares con niños menores de 12 años han sufrido piojos al menos una vez en estos últimos 3 años. A pesar de lo frecuente que es sufrir este problema, se oculta que el menor tiene esto casi con vergüenza, y esto es peor.
¿Hay personas más propensas a tener piojos?
María de La Villa Juárez es médico de familia y ha escrito un artículo sobre la estigmatización de los piojos. Ella explica que no hay personas que sean más propensas a tener piojos. Para los piojos no existe un tipo de sangre que les guste más, "como es un parásito, necesita de un huésped, que es el ser humano (...) y se alimenta de la sangre". Además, cuando aparece el picor, los piojos ya llevan como unas 4 semanas proliferando en la cabeza.
¿Los piojos son más resistentes ahora a los tratamientos para erradicarlos? Según la doctora María de La Villa explica, "realmente no es que haya realmente resistencia (...) sino porque no hay un tratamiento correcto. Muchas veces es caspa. Las liendres suelen estar a un centímetro y medio del cuero cabelludo y, muchas veces, lo confunden con caspa".