Canciones para un ajuste de cuentas amoroso

Hoy escuchamos tres canciones que enfrentan el desengaño amoroso como un ajuste de cuentas.

00:00

Qué me estás cantando, con Fidel Moreno (01/05/2019)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El amor siempre ha estado atravesado de intereses poco románticos. Si el matrimonio tradicionalmente constituía un arreglo económico (¡al matrimonio por el patrimonio!), hoy las relaciones amorosas tampoco escapan a la planificación y previsión económica, incluso el mismo amor se valora en términos contables, sobre todo cuando se acaba y mezquinamente ajustamos cuentas. Fidel Moreno autor del ensayo ¿Qué me estás cantando?, radiografía nuestra sentimentalidad actual con canciones de toda la vida.

Hoy vamos a escuchar tres canciones que hablan del desengaño amoroso como un ajuste de cuentas. Aunque se suele decir que el amor es un sentimiento de generosidad y entrega, sin cálculos egoístas, tenemos la suficiente edad los que estamos aquí para saber que el amor, en realidad, siempre ha estado atravesado de intereses poco románticos. Si el matrimonio tradicionalmente constituía un arreglo económico (“¡al matrimonio por el patrimonio!”, se decía), hoy las relaciones amorosas tampoco escapan a la planificación económica, incluso el mismo amor se valora en términos contables, sobre todo cuando se acaba y mezquinamente ajustamos cuentas, siempre pensando que el otro nos debe algo.

La primera canción que escuchamos es La Bien Pagá, uno de los monumentos sonoros del siglo XX. Una canción que la escuchamos en voz de Miguel de Molina que fue compuesta en 1934 por Ramón Perelló, el coplero anarquista, y el maestro Juan Mostazo, los compositores de temas como Mi jaca, La falsa monea, El día que nací yo… Además de ser uno de los tres grandes hitos de la copla, junto con Tatuaje y Ojos verdes, es una canción que si te paras a escucharla es muy mezquina. Es el ajuste de cuentas de un hombre a su querida, una mantenida que por haberle cobrado los besos muy caros le llama despectivamente La Bien Pagá.

Seguimos con una ranchera que se llama Las cuentas claras en una versión de Jenni Rivera y que bien podría ser la contestación de una mujer a la canción anterior. Este tema es del mexicano Enrique Franco, y lo compuso a finales de los setenta, antes de ser el compositor y productor principal de Los Tigres del Norte. Es una letra donde una mujer contesta a las habladurías que va soltando por ahí su antiguo novio, un novio poco elegante que se cree que ella está en deuda con él, cuando es más bien al contrario. Esta ranchera es interesante porque lleva al extremo la comparación del amor con un negocio, un negocio que fracasó y que los arruinó. En un momento clave de la canción, ella explica que la cosa no funcionó porque ella es una mujer y él no supo ser lo que debe ser un hombre.

Por último nos despedimos con con una canción de amor adulto, una ranchera también que juega con esto de ajustar cuentas, pero en sentido contrario, sin cálculos egoístas. Aquí nos encontramos a dos personas que tienen el pacto de intentar amarse, sin deberse nada, sin estar echando cuentas; dos personas que no se sienten víctimas el uno de la otra, ni tampoco se sienten en deuda… Y tienen las cuentas claras porque, sin saber mucho de números, saben lo suficiente como para entender que uno más uno son dos, pero que dos menos uno no es nada. Esta canción, que es como un bálsamo, se llama también Cuentas claras y se publicó hace menos de una semana, en el nuevo disco de Kevin Johansen, el argentino que nació en Alaska. 

Programas

Último boletín

12:00H | 22 NOV 2024 | BOLETÍN