¿Qué sería del verano sin Raffaella Carrà?
Como en dos días llega el verano, vamos a dar un salto cuarenta años atrás y vamos a recordar el momento estelar de Raffaella Carrà
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando a finales de los setenta y principios de los ochenta la cantante y presentadora italiana se coló en nuestras vidas y en nuestros televisores con un repertorio de canciones frescas que alegraron nuestros veranos. Lo hizo en España, lo hizo en Argentina, en México, en Canadá también arrasó y en Italia, por supuesto.
Estamos hablando de una mujer atractiva, resultona, más que guapa, que rompía con el estereotipo de italianas exuberantes al que nos había acostumbrado el cine. Era sin duda atractiva, pero su baza principal era la simpatía y la inteligencia, y esos bailes con esos movimientos de cuello imposibles que demostraban que tenía unas cervicales a base de bombas… En fin, ¿qué sería del verano sin Raffaella Carrà?
Fidel Moreno nos trae tres canciones en su honor, sus primeros tres grandes éxitos en español que son tres grandes canciones del verano, y una celebración atrevida del amor carnal.
Con 'Fiesta', que fue número uno durante el verano de 1977. Dos años antes Raffaella apareció en el programa de Señores y señoras, de Valerio Lazarov, y se hizo muy famosa con Rumore, que llegó a estar 12 semanas en las listas de los singles más escuchados de aquel año 1975. Pero Rumore estaba en italiano. Fiesta, en cambio, fue adaptada por Ignacio Gómez Escolar al español y nos permitió entenderla a la perfección. Fiesta trata de una mujer que ha sido abandonada por su novio y que, cansada de llorar y de echarlo de menos, decide salir de fiesta y olvidarse de él. Y entonces se invierten las tornas: el novio que la ha dejado porque añoraba su libertad, cuando la mujer sale con otros amigos a divertirse sin él, vuelve arrepentido; el que la había abandonado regresa con los ojos tiernos y diciendo que al diablo con eso de la libertad.
Su siguiente gran éxito, 'Hay que venir al sur' es donde va más allá en esta idea de presentarse como mujer experimentada que sabe cómo tratar con los hombres. La Carrà siempre fue provocadora sin dejar de ser simpática. A principios de los setenta, Raffaella Carrà fue la primera en enseñar el ombligo en la televisión italiana, y hasta el Papa pidió que censuraran una canción que se titulaba Tuca tuca, una canción que hoy sonaría muy inocente, pero que entonces sonaba como un juego de dobles sentidos entre el baile y el toqueteo. En este tema, directamente recomienda a las mujeres tener amantes (en plural) y si uno te deja buscarse uno nuevo sin mayores problemas. Eso sí que sea en el sur, que es donde mejor se hace el amor.
Por último, escuchamso su siguiente éxito del año 81. Otra canción que como las anteriores entró en las listas de lo más escuchado a finales de junio y no paró de sonar durante todo el verano. Aunque habla de la primavera, el título es muy veraniego, se titula 'Caliente, caliente' y cuenta los desvelos de una mujer insatisfecha, cuyo cuerpo “anda loco y no lo puede frenar”, en sus propias palabras; una mujer con fuertes deseos que le reclama al marido que cumpla con sus obligaciones maritales. El marido, por lo que ella dice, se ve que no cumple, y ella cree que es porque se ha echado una amante que lo agota sexualmente y lo deja sin fuerzas. La mujer está tan desesperada que se ofrece al primero que pase, dice eso de “premio al caballero que me bese primero, que no se arrepentirá”.