El último movimiento de China tras los aranceles de Trump que es toda una declaración de intenciones: "Debería encender las alarmas"

Lo explica Marc Vidal en su 'Salida de Emergencia'

Redacción Herrera en COPE

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¿Es posible abrir mercado en China como asegura Sánchez?

Difícilmente. Esa es la primera valoración que ha realizado Marc Vidal en su 'Salida de Emergencia'. En concreto, ha explicado que "el desequilibrio comercial entre España y China ronda los 40.000 millones de déficit. Una asimetría que significa que le compramos a los chinos siete veces más de lo que les vendemos. Por eso, atendiendo a las declaraciones del gobierno, tras la visita de Sánchez al gigante rojo, no parece que las aproximaciones diplomáticas vayan a corregir este desequilibrio, sino a profundizarlo".

Añade que "el gigante asiático no necesita comprar nada, sino que busca desesperadamente mercados alternativos donde vender, tras la implementación de aranceles inasumibles desde Estados Unidos".

Una situación que debería encender todas las alarmas, cuenta, "en lugar de abrir puertas sin condiciones. Lo demuestra el entusiasmo del embajador chino en España, que ve en este acercamiento una 'Salida de Emergencia'".

"china no es un competidor justo porque allí no sufren la ingente cantidad de normativas"

No es una buena estrategia para la guerra comercial y afirma que "vivimos la mayor subida de impuestos de la historia y una asfixia normativa que dificulta el crecimiento de nuestras ventas y, por otro lado, se promueve una relación comercial externa que inundará nuestro mercado de productos chinos más baratos. Más baratos, por cierto, gracias a que China no es un competidor justo. Allí no sufren la ingente cantidad de normativas y regulaciones que sí debilitan la competitividad de nuestra industria".

Archivo - El presidente de China, Xi Jinping (archivo)

Allí, desgrana (y concluyendo la sección) "nadie les presiona para reducir la jornada laboral, no sea que baje la productividad. Además, las ayudas estatales desvirtúan la cadena de valor y la hace inalcanzable para nuestros productores. Por eso, el PP se equivoca en criticar el encuentro tildando de visitar un país comunista. El problema no es político, es económico. Abrir las puertas de nuestro mercado, sin condiciones, es una traición a nuestros empresarios y trabajadores".