Fondo Nacional de Riqueza: así es el ambicioso plan económico de Keir Starmer para Reino Unido

Tras la jornada electoral en Reino Unido, ¿qué les espera económicamente a los británicos? A esta pregunta ha respondido Marc Vidal en su 'Salida de Emergencia' de este viernes.

"Tras la aplastante victoria de Keir Starmer y el hundimiento del partido conservador del primer ministro Rishi Sunak, lo único que sabemos es que el escenario económico que le espera al primero es complejo, aunque no tanto como hace unos meses, puesto que el Reino Unido logró salir de la recesión el pasado trimestre.

Algo que la oposición laborista no celebró. Los ganadores de las elecciones destacaron que, a pesar de esa mejora, el PIB per cápita de los británicos seguía un 1,2% por debajo del que había en 2019.

Es más, el futuro Primer Ministro ha defendido durante toda la campaña que, aunque el crecimiento trimestral haya sido algo mayor de lo pronosticado por el Banco de Inglaterra y la OCDE, y suficiente para salir técnicamente de la recesión, permanecen los lastres estructurales que tienen atrapada a la economía en una espiral de bajo crecimiento (el Brexit, la falta de inversión, escasez de mano de obra cualificada, trabas al comercio, tipos de interés elevados y escasa productividad)".

Las medidas de Keir Starmer

Ante esta situación, ¿qué medidas va a tomar el nuevo primer ministro? Marc Vidal explica que "el Partido Laborista ha articulado un ambicioso plan económico centrado en el crecimiento sostenido".

"Le llaman Fondo Nacional de Riqueza que con una inversión pública inicial importante, pretenden atraer la inversión privada a una proporción de tres libras, por cada libra de dinero público.

En términos de fiscalidad, Starmer promete no aumentar los impuestos a los trabajadores, mantener el impuesto de sociedades al 25%, aumentar el gasto en Defensa hasta el 2,5% del PIB y adoptar una postura firme contra la inmigración ilegal. Aunque descarta la controvertida política de deportaciones a Ruanda del gobierno actual".

Una situación que supone más gasto público sin subir impuestos y que el experto en economía define como "el mal de nuestro tiempo".

"Asumes deuda, incrementas el gasto y, al final, no te queda otra que subir impuestos o realizar ajustes. Es cuestión de tiempo que los británicos descubran que esto es más de lo mismo, a no ser que Londres logre previamente solucionar un abanico de asuntos que los asfixia.

Mantener el incipiente crecimiento económico, devolver el poder adquisitivo a las familias tras una inflación brutal, moderar el déficit fiscal, atajar la enorme desigualdad territorial que sufre el país, amortiguar todavía los efectos que tuvo el Brexit en la economía, detener la importante desindustrialización que viven y, especialmente, recuperar un extinto liderazgo en innovación tecnológica.

Esperemos, por la cuenta que nos trae, pues el Reino Unido es nuestro principal cliente turístico, que logren abrir su Salida de Emergencia".