"Suenan en los móviles alarmas de misiles, pero la vida sigue": la realidad de Ucrania mil días después del inicio de la guerra
El sacerdote argentino José Montes, que llegó hace 20 años a Ucrania, ha explicado en 'La Linterna de la Iglesia' el estado anímico de la población: "No es solo terminar la guerra y ya está, se quiere justicia"
Publicado el
2 min lectura
Esta semana se han cumplido los mil días de guerra en Ucrania: casi tres años después de la invasión rusa al país vecino, las cifras son desoladoras: 12.000 civiles muertos, de los que unos 600 son niños, once millones de desplazados... y la sensación de que no se ve a lo lejos el final del túnel.
De hecho, la población ucraniana teme las represalias del ejército de Putin después de los misiles que han caído en los últimos días en territorio ruso por parte de EEUU y Reino Unido.
A veces la vorágine informativa hace que olvidemos el sufrimiento de tanta gente en el mundo... y el caso de Ucrania es uno de ellos: la ONU estima que unas 17 millones de personas necesitan ayuda humanitaria urgente.
José Montes, sacerdote argentino que llegó hace 20 años a ucrania
En esta dura realidad, las comunidades cristianas no han dejado de acompañar en lo que pueden a la población y transmitirles una palabra de esperanza. Entre ellos se encuentra el sacerdote José Montes, de origen argentino y perteneciente al Instituto del Verbo Encarnado. Hace veinte años llegó a Ucrania.
La invasión le cogió en zona ocupada por tropas rusas. Fue testigo de cientos de feligreses que tuvieron que huir del drama de la guerra. Ahora, el Padre José Montes se encuentra al Suroeste de Ucrania, en Dubové, que limita el país con Rumanía o Hungría, en la zona más alejada del conflicto.
“Cuando comenzó la guerra estuve bajo ocupación rusa y estuve con otro Padre sacerdote un año y cuatro meses. Salí por motivos, además de salud, porque tuve algunos problemas, porque no tenía el pasaporte ruso. Estuve en tratamiento y ahora estoy en el Suroeste desde hace meses”, ha revelado el Padre Montes en 'La Linterna de la Iglesia'.
"suenan en los móviles alarmas de misiles para buscar refugio, pero la vida sigue”
En la parroquia de la Natividad de San Juan Bautista en Dubové, donde se encuentra el religioso argentino, afirma que “algún misil ha llegado a esta zona”, y se ha procedido a los cortes de luz en los últimos días. Además, se está rindiendo homenaje a los “soldados fallecidos en la guerra de la zona, que actualmente son ocho o nueve”, señala.
El sacerdote ha explicado que al Suroreste de Ucrania se han desplazado unas 1.500 personas a lo largo de estos casi tres años de conflicto bélico, de los cuales aún 500 continúan en el lugar, mientras otros se han marchado a otras regiones ucranianas y al exterior.
Cuestionado por el estado anímico del pueblo ucraniano, José Montes afirma que son conscientes de lo que está ocurriendo, pero más allá de desear el final de la guerra, demandan justicia: “No es solo terminar la guerra y ya está, se quiere justicia. No quiere que Rusia se quede con los territorios ocupados. La vida continúa, no va a dejar la gente de ir a trabajar, hacer sus compras... Puede pasar algo, suenan en los móviles alarmas de misiles para buscar refugio... pero la vida sigue”, ha resaltado.