Así ayuda la Iglesia en medio de la guerra en Ucrania: "Hay heridas profundas en lo psicológico"
Cuando se cumplen 654 días de conflicto nos acercamos a la labor que realizan desde la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en el país del este europeo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La directora de comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Raquel Martín se encuentra en Ucrania viviendo de cerca como transcurre el conflicto bélico: “Estamos una pequeña delegación de ACN visitando a las comunidades cristianas que aquí existen. Ellos están bloqueados la situación psicológica es de agotamiento. Es el segundo invierno y la sociedad está triste y cansada. Los sacerdotes y los laicos están desbordados. Al principio hubo mucha ayuda pero ahora estamos en una segunda fase en la que existe preocupación por las heridas tan profundas que tiene la población desde el punto de vista mental y psicológico”.
Raquel Martín explica la labor que la Iglesia Católica está realizando en medio de las dificultades: “Los católicos en Ucrania son minoría pero intentan sacar a las familias adelante. Hay mucha mujer sola, los hombres están el frente. Hay muchas viudas y mujeres que viven en la incertidumbre de si su familia vive”.
Raquel Martín nos relata los problemas que allí sigue habiendo día a día: “Cada día entierran dos o tres personas que traen desde el Este del país. Ves muchos jóvenes que todos los días entierran a miles de muertos sin féretro. Los niños tienen muchos traumas y la situación es de mucho impacto psicológico. Estas personas requieren de terapia”.
Para la directora de comunicación de ACN España no se vislumbra un futuro de paz: “Están en una situación de bloqueo. Esto es un goteo y una sangría enorme. Es un sin sentido. Una locura. Ahora mismo hay siete millones de desplazados. Nos piden que nos hagamos uno con su dolor. El dolor que más duele es el ser invisibles. Nos piden que no paremos de hablar de ellos. Es un país que se siente golpeado. Se sienten solos. La guerra se ha vuelto invisible. Cuando se celebran bodas no hay fiesta. No les apetece festejar”.