El comentario de Ana Medina: "Muchas personas retoman la costumbre de peregrinar en vacaciones"
Ana Medina reflexiona en 'La Linterna de la Iglesia' sobre la importancia de cultivar el espíritu durante el período estival y el peregrinaje
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En este mes de agosto, el turismo llega a su máximo en nuestro país. Pero no todos los turistas son iguales. Aunque el turista de móvil en ristre también se acerca, en ocasiones, a los santuarios católicos, y le tocan, porque es inevitable en la mayoría de los casos, hoy venimos a hablar de otra cosa.
En sus vacaciones, muchos abandonan su lugar de residencia para salir en pos de un destino, y muchas veces, ese destino incluye la fe, no como decorado o marco de una foto, sino como destino y parada.
Aparte de sus 87 catedrales, España está llena de santuarios religiosos, 639. Caminar hacia ellos, dirigir nuestros pasos a estos lugares que cuentan la historia del amor a Dios en nuestra tierra, es toda una aventura.Los peregrinos más conocidos dirigen su caminar a Santiago de Compostela, Guadalupe o este 2024, a Caravaca de la Cruz, que está de Jubileo.
Pero no son los únicos. Muchas personas, cada vez más, retoman la preciosa costumbre de peregrinar en su tiempo de vacaciones. El Papa Francisco la ha definido como «una clara expresión de confianza en Dios», para ir al encuentro «del tierno amor del Padre».
Si a eso le sumamos a todos aquellos que sufren en su carne una dolencia física o espiritual, la peregrinación, lo ha dicho el Papa, se convierte en un “camino de sanación”. Y ¿quién no necesita que las vacaciones sean no sólo cambio de aires, sino inmersión en el aire nuevo del Espíritu? Con María, madre de la Iglesia y reina de muchos de nuestros santuarios, esta meta es más fácil de conseguir.
Si este año tienes o has tenido la suerte de ir a Taizé, Lourdes, Fátima… o a la más grande de las peregrinaciones, Tierra Santa, que poco a poco se va recuperando, siéntete afortunado y cuéntalo. Invita a otros a hacer lo mismo, a viajar en sus días de descanso a encontrar precisamente eso, descanso, en la casa donde el Padre nos espera.