Diego Garrocho: "Si el Estado somos todos, ¿también somos todos la nación?"
El profesor de Filosofía ironiza sobre las declaraciones del presidente en relación a las consecuencias de la DANA en Valencia
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¿Tiene razón Pedro Sánchez cuando dice que el Estado somos todos? Siguiendo con su gusto por definir conceptos, Pedro Sánchez ha dicho hoy efectivamente que el Estado somos todos. Con esta fórmula, casi escolar, ha intentado impugnar la indignación legítima de quienes han echado de menos precisamente la intervención del estado para socorrer a los afectados por la DANA.
Sorprende, sin embargo, la pulsión estatalista de un presidente que no ha dudado en promover una amnistía para quienes, por ejemplo, malversaron dinero público para extranjerizar a miles de ciudadanos en su propia tierra. Si el Estado somos todos, tampoco tendría sentido arbitrar privilegios fiscales para ninguna comunidad.
Si el Estado somos todos, se entendería regular que alguien como José Luis Ábalos repitiera en las listas electorales, después de haber sido cesado como ministro precisamente por desviar dinero del estado a gastos, digamos, poco ortodoxos. Y si el Estado somos todos, debería generar escándalo aquella frase de Carmen Calvo en la que dijo que el dinero público no es de nadie.
Por cierto, ahora que lo pienso, la butad de que el Estado somos todos no se la debemos solo a Pedro Sánchez. María Dolores de Cospedal la utilizó en diciembre de 2012 para pedir un esfuerzo a los ciudadanos y a las administraciones. Dos meses después, en febrero de 2013, acuñaría ese nuevo concepto laboral del finiquito indeferido. ¿Lo recuerdan?
Volviendo a la tradición filosófica, el concepto de Estado se empieza a esbozar hacia el final de la Edad Media y a Maquiavelo le debemos en gran parte su consolidación. Sin embargo, los clásicos ya sintieron la necesidad de definir qué es una república y la más bella definición quizás sea la de Cicerón: 'La república es la cosa del pueblo y el pueblo no es el conjunto de todos los hombres reunidos de cualquier modo, sino reunidos por un acuerdo común con respecto al derecho para que luego algunos quieran hacer política sin someterse al imperio de las leyes'. Pero por cierto, una última cuestión, si el Estado somos todos, ¿también somos todos la nación?