Miguel Ángel confiesa a Expósito el "episodio terrible" en su estudio de música de Valencia: "Lo tenía que salvar"
El director de La Linterna entrevista a un vecino de Utiel que relata un episodio angustioso durante las horas del temporal
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Expósito ha dirigido este jueves La Linterna desde la misma entrada de Utiel, el pueblo de Valencia donde se desbordó el río Magro, y es que “las primeras horas fueron ya para asustarse”, señala el director del programa. Miguel Ángel Almonacid es músico y ha acogido al equipo del programa de COPE en su casa y en lo que era su estudio.
Es el director del Conservatorio de Música de Utiel y atiende a Expósito junto a Susana, su esposa y sus hijos. “Al principio nos avisaron que venía el agua por aquí y nos parecía que iba a entrar un palmo de agua o algo así”. No obstante, confiesa, empezó a subir la corriente de forma muy rápida. “Nos llegó hasta casi dos metros de altura, no nos dio tiempo a desalojar nada de aquí abajo, porque el agua iba subiendo en muy poco tiempo”.
Aunque pudieron salvar algunas cosas, para Miguel Ángel era plantearse salvar la vida más que otra cosa. Así, decidió subir a las plantas de arriba y eso es lo que les fue salvando. Por suerte, les pilló todos con los niños en casa: “pasamos miedo, nos fuimos subiendo a plantas de arriba a ver qué iba a pasar y era todo un drama porque no sabíamos hasta dónde podía llegar la cosa”.
Horas de angustia
De hecho su mujer, Susana, cuenta en La Linterna que comenzaron poniendo “toallas debajo de la puerta de los garajes, intentando que no entrara el agua hasta que... Lo ves ahora y dices, qué cosa más absurda, ¿verdad? Qué tontería hicimos”, explica. “En esos momentos de pánico es que no sabes qué hacer”. Así, vio cómo se reventaban las puertas y el barro comenzaba a entrar. “Tuve miedo, y por la noche más miedo todavía, por mis hijos y por todos”, confiesa.
Cuenta Miguel Ángel a Expósito que, después de la segunda subida, desalojaron la primera planta y fueron subiendo hacia arriba del todo. “El último escalón era el techo, a ver qué puede pasar”. Se quedaron arriba esperando que la casa no cayera “y ya está”. Cuentan que no había luz, los móviles se habían quedado sin batería, y no podían cargarlos.
Lo que tenía que salvar en el estudio de música
En un momento del caos Miguel Ángel, músico de profesión, decidió meterse a bucear en su estudio para salvar algo: “Tenía algo que tenía que salvar, entonces metí la cabeza, fue una locura, pero lo pude recuperar. Me movía por el tacto, es que era todo cieno y barro, intentamos salvar algo, pero bueno, se ha perdido todo, todas las grabaciones, discos duros, documentaciones, títulos... No se nos ha quedado nada, es que todo lo teníamos aquí abajo”.
La parte de arriba de la familia era prácticamente la vivienda y abajo tenían todo el trabajo de todos los años, como confiesa el vecino de Utiel a Expósito, que cuenta cómo han sido las horas tras el destrozo. “Nos ayudaron 12 personas, 12 amigos con cubos, sacaron el sótano, pero bueno, fue una locura, estuvimos todo el día, 12 personas sin parar, sin comer, para sacar el agua”.
“Se iban cayendo también tabiques de las casas, hay tabiques que se le veía al comedor, a función de cómo estuviera construido o de la calidad de la casa”. “La presión de tanta agua que iba reventando todo, ya no solamente que suba hasta arriba y nos ahoguemos, era que te pueda derrumbar la casa”, concluye.