Una neuropsicóloga aclara por qué las mujeres van más a las rebajas que los hombres y qué tipo de personas se vuelven adictas

Aunque ya estemos en enero todavía parece que no hemos terminado de gastar. Después de unas navidades en las que hemos utilizado más dinero del habitual para nuestras compras, ahora llegan las segundas rebajas. 

La tiendas nos ofrecen, una vez más, muchos descuentos y resistirse a ellos no es tarea fácil. Los ves cuando vas caminando por la calle o mientras usas el teléfono móvil. Todo esta lleno de ofertas y, además, para todos los gustos.

Al final terminamos cayendo en el consumismo de una forma u otra. Vamos a las grandes superficies y buscamos en internet las mejores ofertas, olvidando que quizá, eso que está tan rebajado, ni siquiera lo necesitemos.

Estas compras compulsivas tienen una explicación que tiene que ver con cómo funciona nuestro cerebro y cómo las grandes superficies se aprovechan de ello.

QUÉ NOS EMPUJA A COMPRAR

Uno de los mayores fenómenos en la rebajas son las compras por internet. Según ha explicado Aurora García Moreno, neuropsicóloga y colaboradora de 'La Linterna', este tipo de consumo es uno de los más extendidos después de la pandemia.

"Como no lo vemos físicamente, nuestro cerebro experimenta un cierto placer y de ahí esa tendencia a cada vez ir gastando más" explicaba  Salima Sánchez, experta en neuromarketing.

Este placer puede compensar problemas que se tienen en el trabajo, con la familia o incluso pueden suprimir el aburrimiento momentáneo. García Moreno también añade que "si una persona de pequeño aprende que realizando tus obligaciones, haciendo las tareas del cole, aprobando todo, recibías un premio, pues también va a influir".

Todo este tipo de matices puede conducir a un consumo compulsivo en el que cada vez necesitaremos acudir más a las compras para obtener ese placer momentáneo. Aquí es dónde empieza el problema.

HOMBRES O MUJERES ¿QUIÉNES SON MÁS ADICTOS? 

El patrón que define a las personas enganchadas a las compras, según lo explique la doctora García Moreno, es el de pacientes de depresión, que padecen ansiedad o que tienen algún tipo de trastorno de la imagen.

Sin embargo neuro-psicóloga aclara que las "mujeres con una percepción negativa de si mismas" suelen tender más a este tipo de consumo que los hombres. También añade que la diferencia entre hombres y mujeres "no está tanto en ese amor hacia las compras sino en la manera en la que se realizan".

Mientras que las mujeres miran más antes de comprar y se detienen a comparar, los hombres "son más prácticos, no dedican tanto tiempo a estar mirando en un centro comercial", explica García Moreno.

CLAVES PARA EVITAR LAS COMPRAS COMPULSIVAS

Las personas con este problema no suelen tener la capacidad de reconocerse como "adictos". Por eso el primer paso es conseguir que estos perfiles sean capaces de "tomar conciencia del problema, identificar que puede originar ese impulso y qué emociones se manifiestan", indica la neuro-psicóloga.

Después de este primer paso, en el que es importante la ayuda del entorno más cercano, es importante ponerse en contacto con un profesional ya que, como explica la doctora García Moreno "dejar una adición es difícil porque el cerebro se ha adaptado a la presencia constante de esa conducta adictiva, en este caso la de comprar".